Investigadores de EE.UU. y Canadá hallaron fragmentos de un fondo oceánico que se hundió hace 250 millones de años, alterando la estructura del manto terrestre y planteando nuevas preguntas sobre los procesos internos de nuestro planeta.
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Un equipo de científicos de Estados Unidos y Canadá ha encontrado evidencia de un antiguo fondo marino hundido que sigue influyendo en la estructura y dinámica del manto terrestre. Según el reporte publicado en la revista Science Advances, los restos de esta corteza oceánica fueron descubiertos gracias a avanzadas técnicas de imágenes sísmicas en la zona de transición del manto (ZTM), una región que se extiende entre 410 y 660 kilómetros de profundidad bajo el Pacífico suroriental.
Los investigadores señalan que este fragmento de fondo marino se sumergió hacia el interior de la Tierra hace 250 millones de años, pero alrededor del 14% de su volumen aún permanece en la ZTM, una capa intermedia donde las temperaturas son anómalamente frías. El investigador principal, Jingchuan Wang, explicó que esta zona actúa como una barrera, ralentizando el movimiento de materiales a través del manto terrestre. Este hallazgo sugiere que la interacción entre diferentes capas de la Tierra podría tener un impacto significativo en la superficie, afectando los procesos geológicos a gran escala.
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El antiguo fondo marino no solo afecta la ZTM, sino que también tiene un impacto sobre la provincia de baja velocidad de corte del Pacífico (LLSVP), una región del manto inferior que ha desconcertado a los científicos por su estructura inusual y las ondas sísmicas más lentas que atraviesan la zona. Los investigadores creen que el fondo marino pudo haber dividido esta área al hundirse, influyendo en la formación de la LLSVP.
Este descubrimiento abre la puerta a nuevas investigaciones en otras áreas del océano Pacífico, donde los científicos planean desarrollar un mapa detallado de las zonas de hundimiento y afloramiento. Este mapeo ayudará a comprender mejor cómo los movimientos en las profundidades de la Tierra afectan las estructuras geológicas en la superficie.
Fuente: Actualidad
Foto: National Geographic