TOI-6894b, un exoplaneta del tamaño de Saturno, fue hallado orbitando una estrella con solo el 20 % de la masa del Sol. El hallazgo pone a prueba los modelos actuales sobre cómo se forman los planetas gigantes.
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Un equipo internacional de astrónomos sorprendió a la comunidad científica con el descubrimiento de un planeta gigante que orbita alrededor de una estrella extremadamente pequeña, un hallazgo que contradice las teorías predominantes sobre la formación planetaria. La investigación, publicada este miércoles 4 de junio en la revista Nature Astronomy, fue desarrollada con datos del satélite TESS de la NASA y pone en jaque modelos establecidos hace décadas.
El planeta, bautizado como TOI-6894b, es un coloso gaseoso de baja densidad, comparable en tamaño a Saturno, aunque con solo la mitad de su masa. Orbita a TOI-6894, una enana roja con apenas el 20 % de la masa de nuestro Sol, lo que la convierte en la estrella menos masiva conocida en albergar un planeta de estas características.
“Me emocionó mucho este descubrimiento”, expresó Edward Bryant, autor principal del estudio e investigador de la Universidad de Warwick. “No esperábamos que planetas como TOI-6894b pudieran formarse alrededor de estrellas de tan baja masa. Este hallazgo será clave para entender los extremos de la formación de planetas gigantes”.
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Los modelos actuales sostienen que las estrellas más grandes tienen más material en sus discos protoplanetarios, y por lo tanto mayor capacidad para formar planetas de gran tamaño. TOI-6894b contradice este principio, ya que se formó en un entorno con recursos teóricamente escasos. Para Daniel Bayliss, también de la Universidad de Warwick, el descubrimiento tiene implicancias mayores: “La mayoría de las estrellas en nuestra galaxia son pequeñas como esta. Si pueden formar planetas gigantes, necesitamos revisar nuestras teorías”.
El hallazgo también es considerado una oportunidad para futuras investigaciones. Francisco José Pozuelos, del Instituto Astrofísico de Andalucía y coautor del estudio, afirma que el planeta se encuentra entre los casos más extremos registrados. “No contradice nuestras teorías, pero sí las desafía, mostrando que podrían existir más posibilidades de formación planetaria en condiciones adversas”, detalló.
TOI-6894b fue seleccionado como candidato para futuras observaciones con el telescopio espacial James Webb (JWST). Su atmósfera podría revelar la presencia de metano e incluso amoníaco, lo que marcaría un hito sin precedentes en el estudio de exoplanetas fríos. En los próximos meses, la comunidad astronómica tendrá los ojos puestos en este sistema que podría reescribir los manuales de la astrofísica moderna.
Fuente y foto: DW