La Justicia investiga un presunto desvío de $10 millones destinados al programa Potenciar Trabajo hacia empresas gráficas ligadas al Polo Obrero, mediante facturas falsas y operaciones opacas.
En una nueva develación judicial, el juez federal Sebastián Casanello ha identificado un esquema de desvío millonario de fondos públicos destinados al programa Potenciar Trabajo. Según la investigación, la Asociación Civil Polo Obrero habría utilizado empresas gráficas como fachada para justificar gastos inexistentes, emitiendo facturas falsas que luego eran respaldadas con cheques a favor de la imprenta Rumbos, vinculada estrechamente al espacio dirigido por Eduardo Belliboni.
MIRÁ TAMBIÉN | Por un malestar cardíaco internaron a Luis Landriscina
Inicialmente, se había detectado un desvío de $25 millones a través de las firmas Coxtex y la mencionada imprenta Rumbos. Estas empresas emitían facturas falsas para simular la realización de servicios o productos que nunca fueron entregados, permitiendo así que el dinero público terminara en manos del Polo Obrero de manera encubierta.
El modus operandi se amplió con la presentación de nuevas rendiciones ante el ex Ministerio de Desarrollo Social, esta vez por otros $10 millones, utilizando facturas también falsas emitidas por dos nuevas empresas del rubro gráfico. Estas firmas, aún no identificadas públicamente, posteriormente emitían cheques a favor de Rumbos, consolidando así el desvío de fondos desde el Estado hacia el entorno del Polo Obrero.
MIRÁ TAMBIÉN | Javier Milei se reúne con líderes mundiales en la cumbre del G7 en Italia
La trama incluye la participación de un escribano cuyo rol se vincula con las operaciones de Lázaro Báez, lo que añade complejidad al entramado judicial en curso.
Fuente y foto: Diario Panorama