El fuego se desató en medio de la peor sequía registrada en Brasil, afectando áreas cruciales de agua y fauna en la capital.
Los incendios forestales en Brasil alcanzaron el Parque Nacional de Brasilia este domingo, destruyendo 1.200 hectáreas de una reserva vital para la fauna y el suministro de agua de la capital. Este incidente se suma a la ola de incendios que azota al país, que enfrenta su peor sequía registrada hasta la fecha.
Bomberos y voluntarios intentaron combatir las llamas durante la jornada, mientras que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y la primera dama, Janja, sobrevolaron la zona devastada. «El gobierno federal está actuando junto con el Cuerpo de Bomberos para combatir las llamas», expresó el mandatario en sus redes sociales.
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En respuesta a la crisis, el juez del Supremo Tribunal Federal, Flavio Dino, autorizó la emisión de créditos extraordinarios para combatir los incendios, eximiendo al gobierno de Lula de cumplir con los límites fiscales. Dino describió la situación como una «pandemia de incendios», que no debe estar sujeta a reglas contables.
Hasta el momento, el número de incendios en septiembre (55.517) superó ampliamente los registrados en el mismo período del año pasado, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).
El Parque Nacional de Brasilia, que abarca 30.000 hectáreas, es crucial para la protección de cuencas hidrográficas que abastecen a la región. Las llamas han generado densas columnas de humo que afectan ciudades como Sao Paulo y Rio de Janeiro, además de naciones vecinas.
Fuente: DW.
Foto: Agência Brasil – EBC.