Dos diplomáticos de la Embajada de Rusia en Buenos Aires se negaron a realizarse el test de alcoholemia y se encerraron en sus vehículos, lo que obligó a la intervención de la Cancillería argentina. La policía porteña los escoltó hacia la sede diplomática, donde se les realizará el test y se les levantará un acta.
El incidente comenzó alrededor de las 10 de la mañana, cuando un conductor, identificado como Sergei Baldín, se negó a soplar el dispositivo para el control de alcoholemia y a bajar la ventanilla para dialogar con los agentes de tránsito. A pesar de la presencia de la policía, Baldín se mantuvo atrincherado en su auto, filmando la situación desde el interior. La policía de la Ciudad fue llamada para intervenir, y minutos después de las 11, llegaron agentes de la Policía Federal Argentina (PFA) para hacerse cargo de la situación.
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El Ministerio de Seguridad, en conjunto con la Cancillería, notificó al departamento de seguridad diplomática de la Policía Federal para que cumpliera con la Convención de Viena, que obliga a los diplomáticos a respetar las leyes del Estado receptor. Aunque la patente del vehículo indicaba que se trataba de un diplomático de la Embajada de Rusia, los agentes de tránsito señalaron que no sabían el cargo del conductor. En el transcurso del incidente, se produjo otro caso similar, cuando un segundo diplomático ruso, identificado como Salomatin Cardmath, también se negó a realizar el test.
Según el artículo 41 de la Convención de Viena, los diplomáticos deben respetar las leyes del país en el que se encuentren. Esto incluye someterse a controles de alcoholemia.
Tras la negativa de los diplomáticos, la Policía de la Ciudad escoltó a ambos hacia la Embajada de Rusia, donde se les realizaría el control de alcoholemia. Los agentes de tránsito y la policía porteña fueron cuidadosos para garantizar la seguridad de los demás conductores durante el traslado, viajando a baja velocidad en una «cápsula de seguridad».
Fuente: TN.