La capital de Georgia, Tiflis, vivió una noche de intensos enfrentamientos después de que el gobierno anunciara la postergación de las negociaciones para el ingreso del país a la Unión Europea hasta 2028. Al menos 43 manifestantes fueron detenidos y 32 policías resultaron heridos durante las protestas, según informó el Ministerio del Interior.
Los disturbios comenzaron tras la declaración del primer ministro Irakli Kobajidze, quien justificó la decisión de su gobierno en medio de crecientes críticas internacionales y denuncias de fraude electoral. Manifestantes opositores, respaldados por líderes proeuropeos, acusaron al gobierno de Sueño Georgiano de acercarse peligrosamente a Moscú, postura que también ha sido cuestionada por Bruselas y Washington.
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Durante las protestas, la policía utilizó gas lacrimógeno, cañones de agua y balas de goma para dispersar a los manifestantes. Las barricadas levantadas en las calles fueron incendiadas, aumentando la tensión en una noche marcada por la violencia. Periodistas también denunciaron agresiones durante la represión de las manifestaciones, calificadas como «pacíficas» por los líderes opositores.
El anuncio gubernamental llegó tras una resolución del Parlamento Europeo que rechazó los resultados de las elecciones legislativas de octubre pasado, consideradas fraudulentas por la oposición. La UE había otorgado a Georgia el estatus de país candidato en 2023, lo que generó expectativas de un proceso de adhesión más acelerado.
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Elena Joshtaria, líder de la Coalición de Cambio, afirmó que «el pueblo de Georgia no permitirá que el gobierno entregue el país a Rusia». La oposición ha exigido la repetición de las elecciones y ha asegurado que las movilizaciones continuarán hasta lograr un cambio político significativo.
Fuente: RFI.
Imagen: Irakli Gedenidze/REUTERS.