En un nuevo golpe a los organismos estatales, el Gobierno del presidente Javier Milei anunció la disolución definitiva del Ente Nacional De Obras Hídricas De Saneamiento (ENOHSA). Esta empresa estatal, dedicada a la planificación y gestión de obras de infraestructura hídrica y sanitaria en todo el país, también era responsable de controlar la calidad del agua potable y del servicio de saneamiento.
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El cierre de ENOHSA se suma a los recientes desmantelamientos de Trenes Argentinos Capital Humano (DECAHF) y La Casa de la Moneda. Según voceros oficiales, la razón detrás de estas decisiones es que estos entes estatales “eluden los controles de gasto” establecidos por la administración nacional. Esta es una de las medidas que el Gobierno está implementando para reducir el tamaño del Estado y optimizar los recursos.
A pesar de lo drástico de la decisión, el Gobierno asegura que, a diferencia de lo ocurrido con otras empresas públicas, el cierre de ENOHSA no implicará despidos masivos, al menos por el momento. Las autoridades expresaron su intención de reubicar a los empleados en otras áreas del Estado, aunque los detalles de estas reubicaciones aún no están del todo claros y generaron incertidumbre entre los trabajadores.
La disolución de ENOHSA podría tener un fuerte impacto en la planificación y ejecución de obras sanitarias en distintas regiones del país, donde la infraestructura hídrica y el acceso al agua potable siguen siendo un desafío. Los críticos señalan que la falta de control y gestión en estos sectores podría derivar en consecuencias negativas para la población, especialmente en áreas vulnerables.
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En medio de este escenario, los sindicatos y organizaciones sociales están evaluando acciones para proteger los derechos de los empleados y garantizar que el proceso de reubicación se realice de manera justa y transparente, mientras que el Gobierno continúa defendiendo su estrategia de ajuste como necesaria para sanear las finanzas públicas.
Fuente: Noticias Argentinas.
Foto: LV12.