Investigadores descubren que estas gigantescas estructuras en el manto terrestre tienen composiciones diferentes y podrían alterar la magnetosfera.
MIRÁ TAMBIÉN | PlayStation 2 se convierte en la consola más vendida de la historia
A 3.000 kilómetros bajo la superficie, dos enormes formaciones minerales están generando intriga entre los científicos. Se trata de las “grandes provincias de baja velocidad” (LLVP), masas de roca colosales ubicadas en el manto inferior de la Tierra, una bajo el Pacífico y otra bajo África. Hasta ahora se pensaba que eran similares, pero un reciente estudio liderado por James Panton, de la Universidad de Cardiff, reveló que poseen orígenes y composiciones distintas, lo que podría estar alterando la estabilidad del campo magnético terrestre.
Las simulaciones en 3D realizadas por los investigadores permitieron rastrear la historia de estas estructuras en los últimos mil millones de años. Se descubrió que la LLVP del Pacífico es más joven y densa, debido a que la tectónica del Anillo de Fuego ha estado incorporando corteza oceánica reciclada en su composición. En cambio, la LLVP africana es más antigua y homogénea, ya que su entorno geológico ha sido más estable, permitiendo una mejor mezcla con el manto circundante.
Este hallazgo podría explicar por qué el campo magnético terrestre muestra irregularidades, especialmente en la región del Atlántico Sur, donde la magnetosfera es más débil y los satélites pueden sufrir interferencias por la radiación solar.
MIRÁ TAMBIÉN | Captan un raro rayo que asciende desde la Tierra al espacio
El estudio sugiere que estas estructuras afectan la forma en que el calor se libera desde el núcleo de la Tierra, lo que influye en el movimiento del hierro fundido que genera el campo magnético del planeta.
Los investigadores señalaron que la LLVP del Pacífico retiene un 53% más de material denso que la africana, lo que la hace menos boyante y posiblemente más influyente en el equilibrio térmico del núcleo terrestre. Esta variación podría estar afectando la convección del núcleo externo y, con ello, la estabilidad del escudo magnético que protege a la Tierra de la radiación cósmica y solar.
Los próximos estudios se centrarán en analizar el campo gravitacional terrestre y su relación con estas formaciones subterráneas, para determinar si realmente están moldeando la evolución geológica y magnética de nuestro planeta.
Fuente: Infobae
Foto: Archivo