El 13 de abril, Ecuador enfrentará una elección decisiva. Daniel Noboa y Luisa González llegan al balotaje con visiones opuestas de país, en medio de una crisis de seguridad y un escenario económico incierto. El resultado definirá la orientación política y económica de la nación en los próximos años.
La seguridad se ha convertido en el tema central de la campaña. Con la tasa de homicidios más alta de América Latina, ambos candidatos han prometido enfrentar al crimen organizado. Noboa apuesta por medidas drásticas, como la contratación de mercenarios y la cooperación militar con EE.UU., mientras que González propone estrategias de inteligencia financiera y control del lavado de activos.
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En lo económico, el modelo de Estado está en debate. Noboa impulsa la inversión privada y un Estado reducido, mientras que González propone un papel más fuerte del Estado en la generación de empleo y el control de servicios básicos. Sin embargo, los analistas advierten que ninguna propuesta ha detallado cómo se financiarán sus planes sin comprometer la estabilidad fiscal.
El futuro de la política exterior también está en juego. Noboa muestra una inclinación hacia EE.UU. y organismos como el FMI, mientras que González busca una mayor diversificación de alianzas, incluyendo a China y la CELAC. En cualquier caso, Ecuador deberá redefinir su estrategia frente a la crisis migratoria y la cooperación internacional.
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El próximo presidente asumirá el mando en un país polarizado y con una institucionalidad debilitada. La gobernabilidad será un desafío clave, ya que sin consensos en la Asamblea, las reformas estructurales podrían quedar estancadas. El 13 de abril, Ecuador no solo elige a su mandatario, sino el rumbo que tomará en un contexto de incertidumbre.
Fuente: DW.
Foto: Ecuador’s National Electoral Council/Handout/REUTERS.