Este lunes, la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó la apelación de Argentina en el juicio por la deuda soberana tras el default de 2001. El fallo beneficia a los holdouts que nunca cobraron sus títulos y habilita embargos por US$310 millones.
Los acreedores podrán confiscar activos argentinos depositados en cuentas de la Reserva Federal de Nueva York, Alemania y Suiza. Este revés judicial llega poco después de que la Corte del Reino Unido fallara en contra de Argentina en el caso Cupón PBI, acumulando pérdidas legales internacionales.
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La jueza Loretta Preska, quien lidera varios casos contra Argentina en Nueva York, ratificó en agosto una condena de US$477 millones. Según el fallo, los embargos afectan bonos Brady, instrumentos financieros creados en los años 80 como parte de un plan para reestructurar deudas en América Latina.
Argentina defendió la confidencialidad de sus bienes, pero los bonos vencidos en marzo de 2023 quedaron bajo la lupa. Los intentos legales del país por impedir los embargos no prosperaron, culminando en este fallo que consolida las demandas de los fondos buitre.
El “Plan Brady”, diseñado en los años 80, permitió a países de América Latina reestructurar deudas bancarias por bonos respaldados por el Tesoro de EE.UU. Argentina ingresó al plan en 1993, comprometiéndose a políticas de ajuste fiscal. Los bonos, en su momento innovadores, ahora son el centro de un litigio multimillonario.
Fuente: Minutouno.