El ejército de la República Democrática del Congo denunció que Ruanda vistió a prisioneros como combatientes rebeldes para justificar su presencia militar en la región.
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Las tensiones entre la República Democrática del Congo (RDC) y Ruanda han escalado tras la acusación del ejército congoleño de que Ruanda habría disfrazado a prisioneros como miembros de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) para hacerlos pasar como combatientes capturados recientemente en Goma. Esta estrategia, según el gobierno congoleño, busca justificar la intervención militar ruandesa en el este del país.
Los rebeldes del M23, respaldados por Ruanda, afirmaron haber capturado a combatientes de la FDLR, una milicia hutu vinculada al genocidio de 1994 en Ruanda. Sin embargo, el ejército congoleño calificó de «falsificado» el video que mostraba la entrega de prisioneros en un cruce fronterizo. La situación se agrava con el avance del M23, que en los últimos meses ha tomado el control de Bukavu y Goma, desplazando a medio millón de personas.
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Ruanda ha negado apoyar al M23, aunque ha insistido en su derecho a actuar en la región debido a la presencia de la FDLR. La ONU ha estimado que entre 3.000 y 4.000 soldados ruandeses se encuentran en territorio congoleño, mientras que informes previos señalaron que el ejército congoleño también ha utilizado grupos armados en su lucha contra el M23.
La crisis se intensificó el jueves cuando disparos y explosiones sacudieron una manifestación en Bukavu, dejando múltiples muertos. El gobierno de Félix Tshisekedi y los rebeldes se acusan mutuamente del ataque. La ONU y la Unión Africana han instado a un alto el fuego inmediato ante el riesgo de una guerra regional.
Fuente y foto: BBC