El mercado lácteo refleja el impacto de la crisis económica en los hogares, con una baja del 10,8% acumulada en el año y un cambio en los hábitos de consumo hacia productos esenciales.
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El Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) publicó un reciente informe que analiza el comportamiento del sector lácteo hasta octubre de 2024. Aunque las ventas mensuales en litros de leche equivalente crecieron un 4,5% respecto a septiembre, al comparar con octubre de 2023, se observa una caída del 9,4%. Este descenso anual refleja un escenario de recuperación parcial tras meses de fuertes contracciones, acumulando una baja del 10,8% en lo que va del año.
El informe destaca una tendencia de primarización del consumo, donde los consumidores priorizan productos básicos como leche fluida y quesos blandos, mientras que aquellos de mayor valor agregado, como quesos duros, yogures y postres lácteos, registran las mayores caídas. Este comportamiento se asocia con la pérdida de poder adquisitivo en los hogares argentinos y una búsqueda de opciones más económicas.
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Alejandro Sammartino, consultor de Infortambo, explicó que la disminución de ingresos y el contexto inflacionario impulsaron esta caída del consumo. Sin embargo, sostuvo que “la reducción de la inflación aumenta el ingreso de la población, por lo que es esperable una recuperación parcial del consumo”. Además, señaló que la mayor oferta de leche para el mercado interno podría estimular las ventas, dado el menor atractivo del negocio de exportación debido al retraso cambiario.
Mientras los productos básicos muestran cierta estabilidad gracias a su papel esencial en la dieta diaria, los productos considerados premium enfrentan un desafío mayor. La industria láctea, según el OCLA, sigue siendo un termómetro económico que refleja el impacto de las condiciones macroeconómicas en las decisiones de consumo de los hogares.
Fuente: Ámbito Financiero
Foto: Archivo
