El desplazado presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, dijo hoy que huyó del país «para evitar un derramamiento de sangre» al hablar por primera vez en el exilio desde Emiratos Árabes Unidos (EAU), donde viajó antes del ingreso de los talibanes en Kabul.
«No quería que comenzara el derramamiento de sangre en Kabul como había sucedido en Siria y Yemen. Así que decidí irme, dejar Kabul. Si me hubiera quedado como presidente de Afganistán, la gente habría sido ahorcada y esto habría sido un terrible desastre para nuestra historia», aseguró.
«No temo a una muerte honorable y deshonrar a Afganistán no era aceptable para mí, pero tenía que hacerlo. Me sacaron para evitar el derramamiento de sangre y la destrucción«, añadió en un mensaje difundido por su página de Facebook.
Por otro lado, negó que se haya llevado dinero de la tesorería nacional, tal y como denunció horas antes el embajador afgano en Tayikistán, Mohammed Zahir Agbar, quien lo acusó de robar 169 millones de dólares, indicó la agencia Télam.
Ghani manifestó que basta con hablar con «los funcionarios de aduanas y otras autoridades» para comprobar que dichas acusaciones son «completamente infundadas» y solo buscan su «muerte política» y acabar con su reputación, de acuerdo a declaraciones reproducidas por la agencia Europa Press.
Pese a que prometió regresar a su país, Estados Unidos reiteró hoy que no ve a Ghani como una figura de peso para intentar estabilizar la actual situación.
«Ya no es una persona importante en Afganistán», dijo a periodistas la subsecretaria de Estado, Wendy Sherman, quien se negó a comentar sobre la decisión de EAU de otorgarle asilo.
Ghani prometió seguir sirviendo a Afganistán, pero los talibanes negocian ya un posible Gobierno de transición con autoridades locales lideradas por el expresidente Hamid Karzai y el principal representante en el diálogo de paz de Doha, Abdullah Abdullah.
La cancillería de EAU puso hoy fin al misterio sobre el paradero del desplazado presidente, al confirmar que lo acogió en territorio emiratí por «razones humanitarias».