La DDI de Chile confirmaba la identidad del joven asesinado en el Máximo Abásolo este martes por la madrugada de un disparo en el pecho y otro en el muslo.
El nombre que los policías lograron averiguar de testimonios recolectados en la zona del homicidio, en Los Duraznos y Huergo, era solo Christopher. Pero sus huellas coincidían con las de Christopher Rodrigo Penno Cabrera, un hombre de 33 años de nacionalidad chilena.
La víctima, según el fiscal Martín Cárcamo, cuidaba una vivienda que estaba por venderse en el barrio Abásolo. Era una casa precaria de chapas con amplio patio y otra vivienda en su parte trasera.
Los nuevos compradores, que todavía no habían alcanzado a realizar la transacción, estuvieron el lunes por la noche hasta las 23.30 en la vivienda.
Según El Patagónico, estos nuevos dueños no tenían mucha relación con el joven que luego apareció muerto y tampoco conocían los antecedentes de la vivienda, señalada por algunos vecinos como un “aguantadero”.
La Policía de Chubut no pudo durante el martes confirmar los datos filiatorios del joven chileno porque no tenía DNI para hacerlo, pero la causa se instruyó bajo la identidad de Christopher Penno Cabrera.
La autopsia realizada por la médica Eliana Bévolo estableció que recibió un disparo en el pecho y en uno de sus muslos. El fiscal que trabajó en el inicio de la investigación fue Cárcamo y ahora la causa quedó en manos de la fiscal Cecilia Codina.
Este martes por la noche la Policía contaba con un dato: Penno Cabrera tenía antecedentes por un robo en Chile que tuvo trascendencia nacional. Había sido detenido por Carabineros tras un intento de asalto de un almacén donde su dueño por error mató a su cuñada de un disparo.
Penno Cabrera, con domicilio en Santiago de Chile, había protagonizado el asalto que ocurrió la noche del 12 de enero de 2004 en Concepción. Fue en un almacén ubicado en la esquina de Rengo con Prieto, en donde ingresaron tres delincuentes que intimidaron con armas de fuego a Cristina Cabrera Bustos.
Cuando esto sucedía, el cuñado de la víctima y dueño del negocio, Luis Suárez Núñez, de 53 años, hizo uso de una pistola de su propiedad para repeler a los asaltantes. De acuerdo a los primeros testimonios, una bala disparada por él dio en contra de su cuñada, que falleció a los pocos minutos.
Los vecinos del Máximo Abasolo y San Martín dijeron no conocer a quienes vivían en esa vivienda y tampoco a quien la cuidaba. Sólo tenían como referencia que se juntaban varias personas a beber alcohol en las noches. Escucharon los disparos, pero nadie arriesgó a decir que vio algo que le haya llamado la atención.
Fuente: Diario El Patagónico.