Si querés atraer mariposas a tu jardín y ver su ciclo de vida de cerca, la asclepia o bandera española (Asclepia curassavica) es la planta ideal. Sus flores llenas de néctar y sus hojas que alimentan a las orugas, hacen de esta especie una de las favoritas de las mariposas.
Atracción natural
La asclepia no solo es un imán para las mariposas por su néctar, sino que también es una planta hospedera para las larvas. En especial, para las orugas del género Danaus, como las de la mariposa monarca, que adquieren una defensa química de sus hojas tóxicas, protegiéndose de depredadores.
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El espectáculo de la primavera
Durante la primavera, las mariposas comienzan a libar las flores de asclepia. La paisajista Agustina Anguita destaca que si observás el envés de las hojas, podrías encontrar pequeños huevos que eclosionarán en pocos días, dando lugar a orugas que, tras varias mudas de piel, se convertirán en mariposas. El proceso es fascinante y requiere paciencia para que las mariposas extiendan sus alas completamente.
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Una relación simbiótica
La asclepia y las mariposas han coevolucionado, beneficiándose mutuamente: las mariposas obtienen alimento y un lugar seguro para sus larvas, mientras que la planta asegura la polinización.
Cultivar asclepias no solo enriquece tu jardín, sino que también contribuye a la conservación de especies como la mariposa monarca, apoyando la biodiversidad y los ecosistemas.
Fuente: La Nación.