Durante la Semana Santa, el papa Francisco llevó a cabo el rito del lavatorio de pies en la prisión de Rebibbia, donde lavó los pies a cada una de las mujeres presentes desde su silla de ruedas, generando un momento emotivo para las participantes.
Este gesto, que imita el acto de humildad realizado por Jesucristo con sus discípulos, es parte de una tradición previa a la Pascua y busca reflejar los valores de servicio y amor al prójimo.
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El papa Francisco ha sido reconocido por llevar esta ceremonia más allá del territorio vaticano, celebrándola con presos, refugiados y discapacitados, y en los últimos años ha incluido oficialmente a mujeres en el ritual, encontrando resistencia en el Vaticano.
A pesar de los desafíos de salud que enfrenta, el papa continúa participando activamente en eventos religiosos, marcando el inicio de la Semana Santa y sorprendiendo al omitir su homilía durante la misa del Domingo de Ramos en el Vaticano la semana pasada.
Fuente: CNNEspañol