El snus, un tabaco sin humo originario de Suecia, ha ganado popularidad entre los jóvenes europeos, y especialmente en España, en los últimos meses. Estas pequeñas bolsas de nicotina sintética se comercializan en cajetillas metálicas con colores llamativos y se presentan como una alternativa moderna al cigarro tradicional. Sin embargo, su consumo está llevando a más personas, especialmente adolescentes, a la adicción a la nicotina sin saber las graves consecuencias que esto conlleva.
El snus es una bolsita de nicotina sintética que se coloca entre el labio superior y la encía. Aunque parece inofensivo por no requerir combustión, cada bolsa puede contener entre 10 y 20 miligramos de nicotina, lo que equivale al contenido de hasta seis cigarrillos. Además de la nicotina, estas bolsitas contienen sustancias químicas como nitrosaminas y cloruro de amonio, que son potencialmente peligrosas para la salud.
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El uso de snus está vinculado a varios problemas de salud. A corto plazo, puede provocar daños en la salud bucodental, como recesión de encías y manchas en los dientes. A largo plazo, el consumo habitual puede llevar a un aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares, y hasta tumores. La adicción a la nicotina, además, se compara en términos de dependencia con sustancias como la cocaína y la heroína.
Lo más preocupante es que el snus se vende legalmente en muchos países, incluso a menores de edad, ya que no contiene tabaco y, por lo tanto, evade las regulaciones que limitan la venta de productos tradicionales de tabaco. Se distribuye tanto en tiendas físicas como en plataformas digitales, lo que facilita su acceso a los jóvenes.
Fuente: El Mundo.