El proyecto “Siguiendo Ballenas” lanza su novena temporada en Chubut, Argentina, con nuevas investigaciones para proteger a esta especie migratoria y sus hábitats.
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La ballena franca austral, una especie migratoria que recorre miles de kilómetros entre áreas de reproducción y alimentación, es el foco del proyecto “Siguiendo Ballenas”, que utiliza tecnología satelital para estudiar sus movimientos en el Atlántico sudoccidental. Esta iniciativa colaborativa entre organismos gubernamentales, organizaciones civiles e instituciones académicas lanzó en septiembre de 2024 su novena temporada de monitoreo en el Golfo Nuevo, en Península Valdés, Chubut.
Este año, diez ballenas francas fueron equipadas con transmisores de última generación. Cada una ha recibido un nombre asociado a elementos de la tabla periódica, como Kalium, Moscovium, y Aurum. Los datos satelitales permiten visualizar en tiempo real el recorrido de estos gigantes marinos en el sitio www.siguiendoballenas.org. Estos seguimientos ofrecen información clave para identificar ambientes esenciales para la especie y reforzar la importancia de las áreas marinas protegidas.
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Los hallazgos de la temporada anterior fueron notables, especialmente el seguimiento de la ballena Atenea, que reveló una ruta migratoria inesperada uniendo los océanos Atlántico y Pacífico, un descubrimiento inédito para esta especie. Además, se observó a Eos, una ballena monitoreada desde 1979, quien se dirigió al Agujero Azul, una zona de gran biodiversidad y considerada vital para múltiples especies marinas, con potencial para ser declarada Área Marina Protegida Bentónica.
La información obtenida contribuye a definir políticas que regulen actividades como la pesca y el transporte, que afectan a las ballenas en su viaje migratorio, y promueve la conservación de sus hábitats críticos para su ciclo de vida.
Fuente: siguiendoballenas
Foto: Archivo