En Suipacha, un pueblo bonaerense a 126 kilómetros de Buenos Aires, se ha revitalizado el turismo gracias a la «Ruta del Queso», una experiencia que invita a los visitantes a explorar la rica tradición quesera de la región. La ruta, que se puede recorrer los sábados, domingos y feriados, incluye visitas a queserías premium y a un emprendimiento de cultivo de arándanos.
La cabaña Piedras Blancas, conocida por sus quesos artesanales de cabra, es uno de los puntos destacados de la ruta. Marcelo Lizziero, el veterinario que inició este emprendimiento en los años 90, fue clave en la creación de la Ruta del Queso. La cabaña produce quesos inspirados en recetas francesas, utilizando leche de cabra, vaca y oveja. Una visita típica incluye una presentación sobre el proceso de elaboración y una degustación de sus productos, así como un recorrido por los corrales donde se crían las cabras Saanen, adaptadas al clima de la región.
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Otra parada esencial es la quesería Fermier, que se especializa en quesos de leche de vaca. Paula Saporiti y Daniel Rigabert, los fundadores, ofrecen degustaciones comentadas y un recorrido por el tambo, donde se pueden apreciar las vacas Holando-argentina y Jersey. Fermier se destaca por cruzar estas razas para mejorar la calidad de la leche, esencial en la producción de sus quesos artesanales.
Tras la pandemia, la Ruta del Queso ha renacido con nuevas propuestas y modalidades. Ahora, los visitantes pueden coordinar sus visitas directamente con cada establecimiento, permitiéndoles personalizar su experiencia. Este relanzamiento ha revitalizado el turismo en Suipacha, convirtiendo la ruta en un destino gastronómico destacado.
Fuente: La Nación.