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Estos felinos, conocidos por su naturaleza independiente, pueden elegir descansar cerca de sus tutores como muestra de apego. Este gesto, más allá de la búsqueda de calidez, refleja otros aspectos esenciales.
Los gatos son fascinantes compañeros, y su relación con los humanos se basa en la confianza y conexión emocional. A diferencia de otras mascotas, los felinos son más selectivos con sus demostraciones de afecto, lo que hace cada gesto más significativo. Una de sus conductas más entrañables es dormir cerca de sus tutores, lo que refleja tanto una búsqueda de calidez como una señal de apego y seguridad.
Dormir cerca de la cabeza del tutor es una de las elecciones más curiosas de los gatos. Esta conducta no solo proporciona calor, sino que también les da una sensación de protección. Según Cats Protection, la cabeza es la parte más fija del cuerpo mientras se duerme, lo que ofrece un lugar seguro para descansar sin molestias. Además, los gatos disfrutan del contacto con la piel expuesta y aprovechan la oportunidad para sentirse más cerca de sus tutores.
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El doctor Juan Enrique Romero destaca que los gatos duermen más de dieciséis horas al día y buscan un lugar seguro para hacerlo. Cuando un gato elige dormir sobre su tutor o cerca de su cabeza, está fortaleciendo ese vínculo emocional único y creando una sensación de intimidad que beneficia a ambos.
Sin embargo, algunos gatos prefieren dormir a los pies de la cama o incluso en otro lugar de la casa. Esta conducta puede estar vinculada a su instinto de vigilancia, ya que, al dormir en esa posición, pueden estar cerca de sus tutores sin perder de vista su entorno.
Fuente: Infobae.