Valorado en 61.000 millones de dólares, demuestra el involucramiento del país norteamericano en el conflicto y la alarma causada por el hasta ahora imparable avanza ruso en el conflicto.
Las universidades de EE.UU., incluyendo Columbia y Nueva York fueron escenario de intensas protestas propalestinas, resultando en detenciones y cierres temporales de campus.