Participaron del acto el intendente Héctor Ingram, la presidente del Honorable Concejo Deliberante Valeria Tedesco, las concejales Claudia Garitano; Emilia Mendez; Marisol Salazar; Sandra Muñoz; Mirna Pugh; Ana Laura Ortiz; los ediles Jorge Rocha; Carlos Ríos y Omar Gonzalez.
Acompañó la ceremonia, la directora de Género, dependiente de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia.
También estuvieron presentes los secretarios municipales de Gobierno, Alberto Cleri; de Desarrollo Social, Rosana González; de Obras Públicas, Pablo Busto; de Cultura, Leonardo Mosquera; de Ambiente Nicolas Ewdokimoff.
Dirigentes políticos; representantes de instituciones como Bomberos Voluntarios
Como invitado especial, participó Mario Cugura, hijo de Elisa Cayul y también fue parte Lionel Meonitz, hijo de desaparecidos durante la dictadura.
El acto fue organizado por la “Red X La Identidad Esquel” y la Municipalidad de Trevelin a través de las secretarías de Cultura; Ambiente y la coordinación de Comunicación.
Al hacer uso de la palabra, Mario Cugura valoró el hecho de que se recuerde a su madre, “en el lugar en que nació”, expresándose con profunda emoción al recordar la figura tanto de Elisa Cayul como de su padre, José Cugura quien también permanece desaparecido.

Luego, en representación de la Red X La Identidad, Graciela Rojana aportó detalles de quien fue Elisa Cayul, planteando en especial el trabajo que la organización que integra, realiza en pos de rescatar la historia de los desaparecidos en la región. “Recuperar el nombre, realizar un acto como este hoy, es también completar la identidad de Trevelin”, expresó.
En nombre del Estado Municipal, se expresó Valeria Tedesco quien planteó que, “La última dictadura cívico militar desarrolló un particular ensañamiento contra las mujeres. Para avanzar en la reestructuración económica, política, social, sindical y cultural del país, el plan genocida buscó someter y aniquilar a la clase obrera, pero también imponer un “disciplinamiento de género” sobre quienes eran consideradas doblemente transgresoras, tanto de los mandatos que las confinaban al mundo del hogar como del orden social que se debía conservar. Asumir un “destino natural”, como esposas y como madres, era un elemento clave para esos fines. La historia ya había demostrado que cuando las mujeres se ponen de pie, los movimientos de lucha se fortalecen enormemente”.

Luego de recordar que, según el Informe Nacional sobre Desaparición de Personas, el 33% de las personas desaparecidas entre 1976 y 1983, fueron mujeres y el 10% de ellas estaban embarazadas, Tedesco remarcó que “fue el valiente testimonio de aquellas que sobrevivieron, lo que permitió conocer que también tuvo lugar una violencia específica, de género, que fue ejercida sobre casi todas las detenidas como parte de ese plan.

“A 45 años, de ese 24 de marzo de 1976, gran parte de los civiles y militares que impulsaron el golpe siguen impunes, genocidas que continúan en funciones, los empresarios que se beneficiaron directamente con el plan económico de la dictadura siguen acumulando ganancias, la Iglesia mantiene su silencio y sigue encubriendo a los apropiadores, y gran parte de los hijos e hijas ilegalmente apropiados desconoce todavía cuál es su identidad”, denunció la concejala.

PLACA Y ÁRBOLES
El intendente Héctor Ingram; Mario Cugura y Graciela Rojana descubrieron una placa recordatoria de Elisa Cayupán, tras lo cual el Jefe Comunal entregó a Mario Cugura una artesanía realizada en madera por el docente e historiador “Fabio Arce”.
La ceremonia finalizó con la plantación de tres árboles, en el marco de la acción colectiva “Plantamos Memoria” que se realizó a lo largo de todo el país.
*Prensa Trevelin