Una mujer en China, identificada como Lanlan, experimentó un giro inesperado después de someterse a un procedimiento estético para aumentar el tamaño de sus senos. En lugar del tratamiento prometido con sus propios tejidos, se descubrió que los implantes mamarios contenían proteínas de animales como camellos, murciélagos y chimpancés.
Lanlan, quien pagó una suma considerable por el procedimiento, se enfrenta ahora a complicaciones y temores adicionales, incluida la preocupación por la lactancia materna debido a la presencia de cuerpos extraños en sus senos. Este incidente ha avivado el debate sobre la seguridad y la regulación en la industria médica estética de China.
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La industria médica estética en China ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, pero esto ha ido acompañado de desafíos regulatorios y preocupaciones sobre la calidad y seguridad de los procedimientos. Con miles de instituciones médicas estéticas operando sin registro y un número considerable de prácticas ilegales, la situación ha alcanzado niveles preocupantes.
Ante esta problemática, las autoridades chinas han lanzado una campaña para regular el mercado y poner fin a la publicidad engañosa y a los servicios ilegales en el sector médico-estético. La implementación de medidas más estrictas es crucial para proteger a los consumidores y garantizar estándares de seguridad adecuados.
FUENTE: El Mundo.