El suroeste de Islandia, crucial para la infraestructura del país, enfrenta un periodo prolongado de erupciones volcánicas que podrían extenderse durante décadas, según revela un estudio reciente publicado en la revista Terra Nova.
Islandia ha sido sacudida por una serie continua de erupciones volcánicas desde 2021, iniciando en la península de Reykjanes, cerca de la capital, Reikiavik. Estas erupciones fisurales han afectado gravemente áreas como el municipio pesquero de Grindavík, ubicado a solo 55 kilómetros de la capital.
La región suroeste alberga la mayoría de la población islandesa, así como el único aeropuerto internacional del país y varias centrales geotérmicas cruciales para el suministro de agua caliente y electricidad. Las recientes erupciones han cubierto casas con lava y representan una amenaza continua para la infraestructura vital del país.
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Los investigadores han analizado datos sísmicos y propiedades químicas de la lava, concluyendo que provienen de una misma cámara magmática subterránea. Este sistema magmático, localizado a una profundidad de entre nueve y once kilómetros y con una extensión de diez kilómetros, se formó entre 2002 y 2020.
Los científicos advierten que la serie actual de erupciones podría ser el inicio de un largo episodio volcánico, aunque la duración exacta es impredecible. «La naturaleza nunca es regular», explica Ilya Bindeman, vulcanólogo de la Universidad de Oregón. Las erupciones fisurales tienden a prolongarse más que las erupciones de volcanes centrales, haciendo difícil predecir su frecuencia y duración en los próximos años.
Islandia se encuentra en un punto donde las placas tectónicas norteamericana y euroasiática se separan, lo que explica la frecuencia de las erupciones volcánicas en la región. Aunque las erupciones centrales suelen ser más breves, las fisurales como las observadas recientemente tienen el potencial de continuar durante períodos mucho más largos.
FUENTE: DW.