España, Portugal y Francia sufren una nueva ola de calor «excepcional» con temperaturas que superan los 40 grados, lo que provoca un impacto en los suelos, los glaciares alpinos, e incendios forestales, se informó hoy.
En Europa, los termómetros volvieron a registrar niveles excepcionales de temperaturas y, según los científicos, el aumento de estos fenómenos está ligado directamente al calentamiento global, ya que las emisiones de gases de efecto invernadero aumentan su intensidad, duración y frecuencia, informó la agencia de noticias AFP.
«Una nueva ola de calor, la segunda este año, se está instalando sobre Europa occidental. Actualmente, afecta sobre todo a España y Portugal, pero se prevé que se intensifique y se expanda», declaró en Ginebra Clare Nullis, portavoz de la Organización Meteorológica Mundial.
Estas temperaturas extremas producen «sequías» con «suelos muy, muy secos», e impactan en los «glaciares en los Alpes, que están siendo muy castigados en este momento», continuó.
«Ha sido una estación muy mala para los glaciares. Y estamos aún en un momento relativamente temprano del verano», advirtió Nullis, a poco más de una semana del derrumbe de un enorme bloque del glaciar italiano de la Marmolada, debilitado por el calentamiento global, una tragedia que dejó once muertos.
En España, las temperaturas volvían a superar este martes la barrera de los 40 grados en una buena parte del sur y oeste del país, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que alertaba también de la posibilidad de que se alcancen unos muy inusuales 42 grados en la provincia de Orense (Galicia, noroeste).
En Córdoba (sur), donde el calor es más habitual, se registraron 43,3 grados. El pico de esta ola de calor, la segunda en un mes tras otra registrada a mediados de junio, debería durar en el país hasta el jueves.
Los termómetros pueden llegar a marcar 44 grados en algunos puntos de los valles del Tajo y el Guadalquivir.
En las calles de Madrid, el calor extremo afectaba particularmente a las personas vulnerables o a quienes trabajan en la calle, que no podían beneficiarse de una oficina climatizada.
Joaquín Abad, un fontanero de 46 años, explicó que decidió acortar su jornada: «Las horas de calor se notan muchísimo más este año que el año pasado» y «esta es la única manera» de trabajar en días así.
A raíz de las altas temperaturas, varios incendios forestales avanzaban en distintos puntos del país. Uno de ellos, en Extremadura (oeste), quemó hasta el momento 2.500 hectáreas de vegetación.
En Portugal, donde el centro del país registró 43,1 grados, el riesgo de incendio llevó a las autoridades a cerrar el parque de Sintra, situado al oeste de Lisboa, donde varios palacios atraen a turistas del mundo entero.
«Ante la gravedad de la situación meteorológica prevista hasta finales de la semana, es fundamental observar una máxima prudencia», declaró ayer el primer ministro portugués, Antonio Costa, un día antes de que las temperaturas superen este martes los 40 grados en gran parte del país.
Todavía con el recuerdo de los incendios de 2017, que dejaron un centenar de muertos, el gobierno portugués declaró un «estado de contingencia» por lo menos hasta el viernes, para facilitar la movilización de los servicios de emergencia y aumentar sus competencias.
Como señal del peligro, un fuego que quemó 2.000 hectáreas en Ourém (centro) desde el jueves y que había sido contenido el lunes, se reactivó hoy.
La ola de calor afectaba también Francia, donde las temperaturas llegarían a entre 36 y 38 grados en el suroeste y en el valle del río Ródano, con picos posibles de 39.
La agencia francesa Météo France espera una ola de calor que dure al menos de «ocho a diez días», con sus peores momentos entre «sábado y martes próximos».
Una situación que llevó a la primera ministra, Elisabeth Borne, a llamar al gobierno a movilizarse para enfrentar un fenómeno que «tiene un impacto muy rápido en el estado de salud de la población, en particular de las personas más vulnerables».
La ola de calor debe propagarse a otros países de Europa occidental y central. En el Reino Unido, la agencia meteorológica (Met Office) emitió un alerta naranja ante el posible «calor extremo» a partir del domingo.