La Justicia de Tierra del Fuego demostró que el recluso, de 35 años y quien cumple una condena de 15 años de prisión por la violación de una menor de edad, aprovechó el horario de visitas del establecimiento carcelario donde se encuentra recluido, para abusar sexualmente de su hija de 9 años.
El juez de instrucción 1 de Ushuaia, Javier De Gamas Soler, procesó al imputado por los delitos de “abuso sexual simple” y “abuso sexual gravemente ultrajante”, en ambos casos “agravados por el vínculo” y cometidos “en un número indeterminado de oportunidades”.
Además, dictó el procesamiento del subalcalde del Servicio Penitenciario Provincial, Héctor Ceferino Ramos, a quien responsabilizó de incumplir sus deberes de funcionario al no garantizar los controles que “hubieran impedido” el abuso en perjuicio de la menor de edad, señalaron las fuentes.
Según reconstruyó la Justicia, la niña iba a visitar los domingos a su padre a la Alcaidía de Ushuaia que funciona como establecimiento carcelario de la ciudad.
Una vez que traspasaba los controles de entrada, ingresaba a una celda que su padre tapaba con “sábanas, cortinas y una frazada” para que no pudiera verse desde el exterior.
Los abusos ocurrieron durante las 29 visitas realizadas entre agosto de 2017 y el 29 de julio de 2018, ya que un día después de la última vez que estuvo en la Alcaldía la niña le confesó a su madre que “papá me toca y me hace cosas de grande”, según figura en la resolución judicial a la que accedió Télam.
El juez tuvo en cuenta como evidencia “el relato creíble de la víctima”, la pericia psicológica que demuestra “signos compatibles con abusos sexuales recientes” y el informe psiquiátrico donde se indica que el acusado posee “rasgos psicopáticos” y orientación hacia la “pedofilia”.
En cuanto al desempeño de los agentes penitenciarios, la Justicia responsabilizó al subalcalde de “no haber dispuesto más personal para controlar a los visitantes”, lo que “habría evitado la comisión del delito”, indica el auto de procesamiento.
Como el acusado cumplirá la mitad de su condena, por el primer abuso, en noviembre de este año, el juez también le dictó “prisión preventiva” para evitar que pueda gozar de cualquier salida transitoria de la cárcel, a pesar de que ello no le impidió volver a delinquir.