Fotos: Aníbal Aguaisol.
“No sé si es la marcha más masiva, pero sí significativa. Lo lindo es que hay niños, jóvenes, adultos y mayores; mujeres y varones por una causa no solamente por la defensa del agua, sino para que nos respeten y al mismo tiempo nos escuchen”, reclamó el sacerdote con misión pastoral en la Meseta.
“Ha habido una agresión enorme del Gobierno, una situación de no escuchar, de ser comprados, pareciera que es la irracionalidad, todo lo que no es como ellos quieren está mal, no se sabe nada, son ignorantes y es un desprecio por toda la sociedad”, recriminó.
“La Iglesia ya venía diciéndoles a Arcioni y a su gobierno que tenía que haber un momento de diálogo genuino, no impositivo, y la carta de los obispos fue espectacular y llamativa”, destacó.
“Hay que unir al reclamo y pedidos de los pueblos mapuche-tehuelches porque el Proyecto Navidad está sobre un territorio aborigen y por ende los dueños de los minerales son ellos, no la Provincia, por ley, Constitución y la resolución 169 del OIT”, aseveró.
“Hay una carta al vicegobernador y la gente que tiene que ser escuchada, debe algún juicio político o un reclamo internacional”, exigió el representante de la Iglesia Católica.
“El Gobierno debe retirar la Zonificación minera, pero no sé si le dará el cuero y la humildad, están tan convencidos y tan comprados que realmente lo tienen que hacer sí o sí. Comprados por el poder del presidente Fernández y por el dinero de la Panamerican Silver, es injusto, porque la lucha es muy desigual”, sentenció.
“Es imponente la demostración de la dignidad de todo un pueblo, cada día no sabemos cómo demostrarle al Gobierno que no tiene licencia social, tampoco licencia ni científica ni académica ni política porque hay muchos sectores que se están abriendo de este proyecto inconsulto y a espaldas de la población, demostraron que no quieren ningún debate, ni siquiera en las comisiones del parlamento”, analizó por su parte Pablo Lada de la Unión de Asambleas de las Comunidades de Chubut.
“El proyecto sigue en la Comisión, no vemos que esté en la sesión de mañana, no creo que tengan la locura de sacarlo sobre tablas, pero el miércoles podría reunirse la comisión y quizás sacar un dictamen para el jueves, algunos sectores insisten que antes del 10 de diciembre lo quieren sacar, pero el panorama es incierto, estas marchas lo están demostrando, esto se replican en todas las ciudades”, consideró y valoró al mismo tiempo.
“La gente nos transmite mucha fuerza, esta fuerza es mayor a la de ellos, es mayor que esa violencia que nos quieren imponer, con la zonificación, cuando nos quieren reprimir. No van a poder vencer la fuerza de la gente, somos un pueblo que seguirá defendiendo su territorio y su agua y que no se doblegará por nada”, sostuvo por su parte Iván Payallaf, de Chacay Oeste, uno de los tres jóvenes detenidos por la policía la semana pasada en Ruta 7.
“La invitación a seguir marchando, a seguir movilizándonos porque ya demostraron que no tienen escrúpulos, realmente esto nos llena de fortaleza, hay mucho newen acá”, dijo reconfortado.
“El pueblo de Trelew demuestra que en la Meseta ni en ningún otro territorio de Chubut no nos vamos a dejar sacrificar tan fácil”, afirmó.
“Hoy somos un río, un río avasallador, que no permitirá que lo destruyan y lo contaminen, vamos a seguir siendo muchos”, advirtió.
“Hay que estar todos acá, vamos a ganar esta lucha, todavía estamos a tiempo”, aseguró.
“Tomar consciencia nos dará agua y tomar agua nos dará vida, les importa la plata nomás, van a destruir todo, me da mucha vergüenza, este Gobierno es un asco, quiero que en el futuro los árboles sigan de pie y que las personas puedan tomar agua sana, sin químicos y sin mierda, me da mucha vergüenza e impotencia la verdad, espero que esto los haga recapacitar”, expuso con un nudo en la garganta una de las jóvenes en medio de la manifestación.
“Tenemos que estar todos unidos más que nunca, necesitamos el agua, las minas no tienen que estar en Chubut, Chubut es nuestro”, remarcó otra de las mujeres que marchaban.
También hubo una alusión para don Patricio Huichulef, que contrajo coronavirus. El grito aborigen puso su relevante figura en la lucha.
