El expresidente de Bolivia rechaza las denuncias de violación de una menor, acusando al gobierno de Luis Arce de persecución judicial para debilitarlo políticamente.
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Este viernes, el expresidente boliviano Evo Morales calificó como «mentira» la denuncia de estupro por la que es investigado penalmente en su país. En una conferencia de prensa realizada en Cochabamba, Morales expresó su indignación ante la reapertura del caso que, según él, «ya estaba cerrado». «No puedo entender qué clase de ministro de Justicia tenemos, sabiendo que este caso está cerrado, porque no hubo nada, es una mentira», declaró Morales, refiriéndose a las nuevas investigaciones sobre la supuesta violación de una menor hace ocho años, cuando aún ejercía la presidencia.
Morales, quien gobernó Bolivia entre 2006 y 2019 y es considerado un posible candidato para las próximas elecciones presidenciales, arremetió contra el actual mandatario, Luis Arce. Morales lo acusó de usar el sistema judicial como herramienta política para perseguirlo, en lugar de resolver las diferencias de «forma democrática». Según el exmandatario, el gobierno de Arce intenta involucrarlo en un caso de «trata de personas» y asegura que no tiene fundamento alguno.
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El caso se complicó cuando la fiscal Sandra Gutiérrez, quien estaba a cargo de la investigación, denunció haber sido despedida pocas horas antes de ejecutar una orden de captura contra Morales. Gutiérrez apuntó al fiscal general Juan Lanchipa como responsable de impedir su actuación. A pesar de las declaraciones de Gutiérrez, Lanchipa argumentó que su salida fue consecuencia de «negligencia» en el manejo del caso, lo que ha generado más controversia dentro del ámbito judicial boliviano.
Ante la presión, el presidente Arce solicitó que el caso se declare «en reserva» para evitar la politización y proteger a la presunta víctima, mientras que el nuevo ministro de Justicia, César Siles, confirmó que la investigación involucra a una menor que fue «obligada por sus padres» a mantener relaciones con Morales, resultando en el nacimiento de una niña. Morales, por su parte, negó rotundamente las acusaciones y criticó la actuación del Gobierno, insistiendo en que se trata de una «persecución política» con el fin de debilitarlo.
En medio de este panorama, Morales enfrenta cuatro procesos judiciales abiertos en su contra, y no descarta la posibilidad de que el gobierno intente extraditarlo a Estados Unidos, según sus propias palabras.
Fuente: DW
Foto: Archivo