El desarrollo de la inteligencia artificial vuelve a colocarse en el centro de la polémica internacional. Esta vez, Alemania solicitó oficialmente a Apple y Google retirar de sus tiendas la aplicación DeepSeek, una startup china de IA, debido a presuntas violaciones a las normas europeas de protección de datos. La comisaria Meike Kamp señaló que la empresa no garantiza un nivel de resguardo equiparable al exigido por la legislación de la Unión Europea.
La preocupación principal radica en que DeepSeek, según su propia política de privacidad, almacena datos personales —como consultas de usuarios y archivos cargados— en servidores ubicados en China. Esto abre la puerta a que las autoridades del gigante asiático accedan libremente a esta información, una posibilidad que Kamp calificó como incompatible con las normativas del bloque.
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En mayo, la comisaria ya había solicitado a DeepSeek ajustar su protocolo para proteger los datos transferidos fuera de la UE, pero la firma se negó a modificar sus condiciones ni a retirar voluntariamente la aplicación, lo que desembocó en el pedido formal a los gigantes tecnológicos de suspender su distribución.
La polémica en torno a DeepSeek no es nueva. Italia fue el primer país europeo en bloquear la app por no aclarar cómo utiliza los datos personales, mientras que los Países Bajos prohibieron su uso en dispositivos gubernamentales. Bélgica y España también han emitido advertencias. En Estados Unidos, se baraja una legislación que prohibiría a entidades federales utilizar inteligencia artificial desarrollada en China.
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DeepSeek generó un fuerte impacto en enero tras asegurar que su modelo de IA puede competir con potencias como OpenAI a un costo menor. No obstante, la falta de transparencia sobre su gestión de datos ha levantado sospechas en todo Occidente, donde se teme que el crecimiento de estas plataformas implique riesgos estratégicos, tanto para la privacidad de los usuarios como para la seguridad estatal.
Fuente: REUTERS.
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