Santiago Omar Riveros, una de las figuras más prominentes de la represión durante la dictadura militar en Argentina, falleció a los 100 años.
Riveros fue comandante de Institutos Militares entre 1976 y 1978, y estuvo involucrado en numerosas violaciones a los derechos humanos, incluyendo casos emblemáticos como el crimen del adolescente Floreal Avellaneda.
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Durante su tiempo en Campo de Mayo, Riveros supervisó los centros clandestinos «El Campito» y «Las Casitas», así como el Hospital Militar y la Prisión Militar de Encausados, donde se registraron atrocidades como partos forzados. Considerado como parte del ala dura del Ejército, Riveros fue condenado en múltiples ocasiones por crímenes de lesa humanidad, incluyendo el robo de bebés y el asesinato de obreros de Ford.
Riveros enfrentó la Justicia en numerosas ocasiones, recibiendo condenas a prisión perpetua por sus crímenes. A pesar de su avanzada edad, continuó siendo juzgado y condenado hasta sus últimos días, gozando de arresto domiciliario al momento de su muerte.
FUENTE: Página 12.