El Gobierno finlandés abrió una investigación tras el daño a un cable de electricidad submarino que conecta con Estonia, con sospechas centradas en un petrolero ruso.
El 25 de diciembre, el cable submarino EstLink 2, que conecta Finlandia y Estonia, sufrió una avería alrededor de las 12:26 hora local, desconectando el flujo de corriente continua entre ambos países. La policía finlandesa comenzó una investigación para determinar la causa del daño, y rápidamente surgieron sospechas sobre la posible implicación de un petrolero ruso.
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El buque en cuestión, «Eagle S», navega bajo bandera de Islas Cook y es sospechoso de formar parte de una «flota fantasma» que ayuda a Rusia a eludir las sanciones internacionales contra su sector petrolero. La aduana finlandesa informó en una rueda de prensa que el petrolero transportaba «gasolina sin plomo cargada en un puerto ruso».
Este jueves 26 de diciembre, autoridades finlandesas y estonias localizaron la perturbación en el cable, y aunque el suministro eléctrico de Finlandia no se vio afectado, la gravedad del incidente llevó a desplegar fuerzas de la guardia costera y helicópteros de las fuerzas armadas finlandesas para investigar más a fondo.
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El director general de la aduana finlandesa, Sami Rakshit, confirmó que el «Eagle S» había sido registrado por las autoridades el jueves, y se están llevando a cabo pruebas y revisiones exhaustivas para determinar si el buque tuvo alguna implicación en el sabotaje. Las investigaciones continúan, y se espera que se tomen medidas adicionales si se confirma la culpabilidad del petrolero.
Fuente: DW
Foto: AP