Los gobiernos de Escocia y Gales pidieron al primer ministro británico, Boris Johnson, una cuarentena de ocho días para todos los recién llegados al Reino Unido, para frenar la variante Ómicron del coronavirus.
En una carta conjunta enviada a Johnson, la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, y el primer ministro galés, Mark Drakeford, pidieron que se requiera que todos los viajeros que lleguen desde el extranjero se aíslen durante ocho días y se sometan a una prueba de PCR el día dos y el día ocho de su llegada.
Hasta ahora, se han encontrado seis casos de la variante Ómicron en Escocia, y tres se han detectado en Inglaterra.
«Necesitamos trabajar colectivamente y efectivamente como cuatro naciones para tomar todas las medidas razonables para controlar la entrada del virus al país y luego limitar su propagación», expresaron luego en una conferencia de prensa.
Tras anunciar los primeros casos de la variante Ómicron y luego de cancelar los vuelos provenientes del sur de África, el premier británico adelantó que a partir de mañana en el Reino Unido el uso de barbijos será obligatorio en transporte público y tiendas y cuarentena de diez días en hoteles para los viajeros que procedan de países de su lista roja, entre otras restricciones.