La chubutense oriunda de Alto Río Senguer, que eligió Playa Unión para estar más cerca de Rawson y a su vez poder entrenar con el técnico Elio Crespo y el resto de sus compañeros de tiro, en estos instantes se encuentra concentrada “por un mes y en una burbuja”, junto al técnico Ariel Martínez y el plantel nacional, preparando lo que la pandemia los deje hacer en competencias.
También estudiante de Psicología, Salma Antorena habló extensamente con el periodista Rubén Darío Vega, en el programa social y deportivo “Nada personal”, que se emite en radiosudaca.org FM Comunitaria de Trelew.
Radicada en la villa balnearia, pero hace dos años que tiene su morada también en Buenos Aires, comenzó diciendo que “en febrero arrancamos fuerte con la tarea de entrenamientos, pero terminamos teniendo una sola competencia. Recuerdo que, para esa fecha, en el mundo ya se hablaba del coronavirus, hasta que llegó a la Argentina y se paró absolutamente todo. Parecía que era por poco tiempo y resulta que llegamos a los siete meses sin poder volver. Cuando volví a Chubut, con mi papá nos fuimos al campo, ahí practiqué algo, pero por temas de la facultad, me tuve que venir a Rawson”, explicó.
“Anduve un tiempo perdida probando de deporte en deporte, hasta un día apareció el tiro y me quedé con esto. Jamás en mi vida había agarrado un rifle ni nada parecido. Pero me gustó al toque. Durante la pandemia y estando en el campo, se me hizo duro entrenar sola. Es un deporte solitario, pero al menos te acostumbras a entrenar en equipo”.
Volvió a detallar cómo fue que terminó eligiendo la costa chubutense para proseguir con sus estudios y el tiro olímpico: “hace cinco años que me vine de la localidad donde nací, buscando seguir creciendo en este deporte y además por la posibilidad que me brinda progresar en mis estudios. Tener que viajar menos y que mi entrenador esté acá, fueron otros motivos por los cuales me vine a vivir a Playa Unión, sintetizó.
Retrotrae el calendario, para contar sobre sus inicios en el deporte que hoy la tiene vistiendo los colores celestes y blanco: “fue durante unos Juegos Evita y entrenando en un gimnasio, que comencé con la actividad del tiro. Días salteados y con rifles compartidos, así entrenábamos un poco, de esa manera ame fui metiendo en este deporte e incluso cada dos semanas empecé a venir a Rawson, hasta que tomamos la decisión de venir a vivir”, comentó.
“Los Evita son unas instancias maravillosas. Primero representas a tu pueblo y luego ya a toda la provincia. Se siente un orgullo muy grande. Si bien siempre me gustaba mucho lo que hacía, esos juegos fueron los que terminaron de decidirme. Elio Crespo me entrenó hasta que me fui a Buenos Aires. Él ha estado presente en todo sentido”.
Salma Antorena tampoco olvidó de la curiosidad que despertaba lo que hacía entre sus compañeras de estudio en la capital provincial: “ella me veían practicar una disciplina que no es tan conocida, pero se fueron acostumbrando, incluso hasta de verme poco, porque cuando tenía que viajar para una competencia, a veces me ausentaba por una semana o hasta por un tiempo más”, recordó.
Sobre el nivel nacional, la senguerina manifestó que “la distancia sigue siendo el gran factor de diferencia entre nosotros y los competidores del resto del país. En lo demás, estamos bastante parejos. Los viajes eran los que me hacían ausentarme del colegio, siempre presentando los certificados de rigor, pero después tenía que rendir como cualquier otra compañera de estudios. Nunca hubo acomodo porque yo fuera deportista de alta competencia”, agregó.
“Mi familia es fundamental, estando siempre conmigo o motivándome de manera permanente. A sido así desde el primer día que arranqué con esto y ahora que estoy en la selección, mucho más. En el colegio secundario, en el IMA de Rawson, hubo momentos de definiciones entre el deporte y los estudios o el deporte o los estudios”.
En la continuidad de la nota radial, llegó el momento de mencionar cómo fue progresando en su carrera deportiva, detallando que “luego de los Evita, llegó mi primera competencia en el orden nacional y con armas olímpicas. Es como el salto siguiente a lo que es iniciación con rifle de quebrar. Ahí ya es un mundo diferente al que conocí cuando me inicié en esto. Es todo nuevo, desde los entrenamientos hasta pasando por las armas que hay que comenzar a comprar”, acotó.
“Un certamen Sudamericano realizado en Chile, resultó ser mi debut con la selección nacional. Lograr una medalla por el subcampeonato en tiro olímpico me abrió las puertas para luego intervenir en el Panamericano llevado a cabo en México, en el año 2.018, donde también conseguí una medalla. Y la Copa del Mundo, desarrollada el año pasado en India, fue lo máximo”.
La joven mundialista tuvo otro gran momento y se encargó de recordarlo con orgullo y emoción: “vestir los colores de nuestro país y cantar el himno estando en un podio de un mundial, es algo muy difícil de explicar. Es muy fuerte. Igual, no me conformo, porque sé que me queda mucho camino por recorrer. Empecé tarde en este deporte, ya que la mayoría lo comienza a practicar desde muy chico, tengo 20 años y recién hace 5 que estoy, así que sigo proponiéndome otras grandes metas”, sostuvo.
Concluyendo la charla, Antorena subraya que “lo conseguido es algo de lo que anhelé pero también es cierto que los resultados me fueron sorprendiendo. Aparecieron demasiado rápido. Y a medida que fuimos creciendo, casi que no hubo tiempo para analizar lo que iba sucediendo, porque enseguida había otro objetivo a la vista. Hoy, un poco más grande, las cosas ya las vamos planificando de otra manera. Gracias a Dios, para eso tengo un equipo muy grande detrás, un grupo de profesionales de primer nivel mundial, porque para hacer esto no es solamente tirar unos tiros y nada más”, finalizó la ya consagrada deportista de Alto Río Senguer.
Gentileza: Héctor Fabián Araneda – radiosudaca.org
