En un mundo donde los gimnasios y entrenamientos intensos se han vuelto comunes, la Universidad de Harvard resalta un ejercicio que, además de ser accesible, puede mejorar significativamente el estado de ánimo. Se trata de los ejercicios aeróbicos, que pueden realizarse en cualquier lugar sin necesidad de un entrenador o grandes esfuerzos.
Los ejercicios aeróbicos son conocidos por su impacto positivo en la salud cardiovascular. Ayudan a regular la presión arterial y los niveles de glucosa en sangre. La Organización Mundial de la Salud respalda la importancia de realizar actividad física de manera regular, recomendando al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico a la semana.
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Además de los beneficios físicos, este tipo de ejercicios también tiene un fuerte impacto en la salud mental. Al generar endorfinas, las conocidas «hormonas de la felicidad», y aumentar la frecuencia cardíaca, favorecen la producción de noradrenalina, una sustancia química que ayuda a manejar el estrés de manera más efectiva.
Los ejercicios aeróbicos, como caminar a paso ligero, correr, nadar, bailar, hacer ciclismo o boxear, se caracterizan por ser de baja intensidad pero de larga duración. Estos deportes requieren de una respiración consciente, lo que permite al organismo utilizar el oxígeno como combustible durante el ejercicio, llevando energía a todas las células del cuerpo.
Al incorporar estos ejercicios en la rutina diaria, no solo se logra mejorar la condición física, sino también el bienestar mental. Estos ejercicios contribuyen a la pérdida de grasa, disminuyen la presión sanguínea, mejoran la concentración y optimizan la capacidad cardiopulmonar.
Fuente: TN.
Foto ilustrativa: Pexels