La huelga de 24 horas afecta a autobuses, trenes y metros, y se prevé una gran adhesión de trabajadores en todo el país.
Italia vive este viernes una huelga de transporte público que se extiende por 24 horas, con una particularidad que la hace histórica: no habrá servicios mínimos, algo que no ocurría desde 2005. Todos los sindicatos del sector se sumaron a la convocatoria, en demanda de la renovación del convenio colectivo, vencida desde fines de 2023.
MIRÁ TAMBIÉN | Un fiscal especial solicitó una pausa en el juicio contra Trump
El paro impacta a medios de transporte en todo el país, afectando especialmente a las grandes ciudades como Roma y Milán. En Roma, la operadora ATAC informó que se garantizarán servicios solo en franjas horarias específicas: entre las 5 y las 8:30 de la mañana y de 17 a 20 horas. Medida similar se aplicará en Milán, donde ATM asegurará el transporte en horarios limitados.
La huelga promete complicar la movilidad de los ciudadanos y se suma a una semana ya afectada por conflictos laborales en el sector, incluyendo una reciente huelga en respuesta a un ataque violento a un revisor de tren. Además, los trabajadores realizarán una manifestación en Roma, frente al Ministerio de Infraestructuras y Transportes.
MIRÁ TAMBIÉN | Francia busca frenar el acuerdo de la Unión Europea con el Mercosur
Los servicios considerados esenciales, como conexiones con puertos, aeropuertos y el transporte escolar, estarán garantizados, aunque se espera una gran afectación en el resto de los traslados. Las autoridades de transporte locales se preparan para afrontar una jornada complicada en una movilización que podría afectar a millas de pasajeros.
Esta huelga representa una medida de presión inédita en Italia, destacando la unidad sindical en un sector acostumbrado a huelgas frecuentes pero sin adhesión tan generalizada ni la ausencia de servicios mínimos.
Fuente: swissinfo
Foto: Euro News