Los hechos que ocurrieron entre 2000 y 2007 fueron expuestos en un juicio oral y público que terminó con la condena el 19 de marzo último, aunque el último lunes se conoció la cesura de pena, la cantidad de años que deberá purgar en la cárcel.
“Mi prima tenía entre 8 y 15 años cuando fue violada, yo en cambio era adolescente, tenía entre 13 y 14 y lo sufrí hasta los 15 y 16, pero pude hablar y contar todo”, recordó Any, con admirable fortaleza.
La denuncia se radicó en 2017 y la causa estuvo a punto de prescribir y de hecho otras denuncias no se pudieron juzgar por haber prescripto.
Any debió mudarse a Neuquén, por estos hechos aberrantes y por otras circunstancias de vida.
“Sinceramente estoy conforme, una siempre espera un poco más, pero agradecida con el fiscal Carlos Díaz Mayer porque verdaderamente hizo un trabajo excepcional, a los jueces también, porque se sintieron conmovidos por todo lo que vivimos y el lunes cuando se conoció la condena, en la sentencia tomaron mi caso como abuso sexual simple, a pesar de que habían pasado tantos años”, dijo aliviada.
“Las víctimas somos dos primas, mi prima era su hijastra, él era marido de la hermana de mi mamá, y el caso de mi prima fue mucho más fuerte, por eso se lo acusó por abuso sexual agravado y simple, y le dieron 14 años”, explicó.
“En su momento él nos amenazaba para que no habláramos, cuando tomé la decisión se lo dije a mí mama, no quería seguir viviendo una vida así, pero teníamos mucho miedo por lo que iban a decir también los demás compañeros de colegio”, relató Any.
“Era contada la cantidad de compañeros que conocían la situación. Él era una cosa con los demás y cuando estaba cerca de mi o de mi prima era otro tipo, creo que viene de familia porque al padre también lo acusaron en Bariloche de violación, pero a niños varones”, reveló.
“Fue un caos familiar el hecho de que le concedieran los 10 días, pero yo no pude participar porque no tenía buena señal de internet. Igual pensábamos que no iban a tomar mi caso, es algo muy importante, lo anhelaba con todo mi corazón, esto nunca llega a sanar, pero al menos la Justicia pudo hacer lo que anhelé durante tantos años”, valoró.
“Además hubo mucha gente de El Maitén que nos señaló porque él les había llenado la cabeza. No culpo a la gente, porque él tenía una capacidad terrible para convencer a los demás de que nosotros éramos unas mentirosas y que por culpa nuestra la familia se había perdido”, recriminó.
“Pero hoy con el fallo la comunidad se dio cuenta de todo, aunque también hay personas que todavía lo siguen avalando, creyendo que él ni hizo nada, a pesar de la sentencia, que declararon a favor de él”, remarcó Any.
“Mi ida a Neuquén es otra parte de mi vida, pero en su momento me quise ir muchas veces de El Maitén porque me cruzaba con él en la calle como sí nada. No le importaba, además porque nos juzgaban a nosotros”, lamentó.
“No hacíamos nada por miedo y además porque mis primos eran muy chicos y también pensábamos en ellos. Nos pusimos de acuerdo con mamá para no hacer nada”, reconoció.
“Cuando empezamos la causa recibimos el apoyo psicológico, fue tremendo lo que hicieron desde la Fiscalía de El Hoyo, todo el tiempo nos llamaban y nos contenían, la verdad que agradecida con todos”, destacó.
A modo de mensaje exhortó a “que no tengan miedo, sobre todo al qué dirán, en la familia o los demás, fue lo que nos pasó a nosotras. Mis primos crecieron y no pensaron en nuestro dolor, todos estos años tratando de superar esta situación, fue muy difícil. Hoy soy mamá de cuatro hijos y si me pasaría con ellos, creo que lo mataría sinceramente”, confesó.
“Esto es algo que al principio cuesta, pero que después genera una satisfacción y tranquilidad para la vida, aunque el dolor queda, es para toda la vida, pero la sensación de que la Justicia hace su trabajo es algo increíble”, sostuvo reconfortada.
“Soy creyente, no lo voy a dejar de ser nunca, más allá de que alguien que hablaba de Dios hizo la monstruosidad que hizo, porque además era muy manipulador, pero no todos los pastores son como él. Nunca voy a dejar de creer en Dios a pesar de todo lo que me ha pasado, hoy nunca creo que sí existe y lleva mi vida. Siempre le pedí que lo único que quería era Justicia, para mí y para mi prima”, aseguró.
“Cuando mi mamá se enteró, le escribió y le ordenó que se fuera del pueblo, estuvo un tiempo en Trelew y después volvió porque está de nuevo con mi tía”, reprochó.
“Hoy está en libertad en El Maitén, no lo puedo entender, la Justicia sabrá, le dieron un tiempo para que arregle su vida, aunque no debería arreglar nada porque no tendría que estar suelto. El 20 ó 26 deberá presentarse en la Comisaría de Cholila, también estará en un pueblo cercano”, cuestionó.
“Lo mejor que pudo haber hecho hoy la Justicia es que a pesar de que pasen los años el delito de violación no prescriba. Hasta que uno no ve Justicia la vida sigue por otro rumbo, que hoy vea que cumplirá una condena por lo que hizo es realmente sanador”, valorizó.
“Tengo el miedo de que le pase a mi hijo, lo voy a llevar siempre, pero la vida continúa y les digo a todos que hay que contarlo y denunciarlo, a quien sea; si no te cree tu mamá, contale a tu abuela, a un amigo, o a un vecino o quien sea. Una persona como esa no puede andar suelta por la vida, hoy es a vos y mañana a otra chica”, dimensionó.
“Mi prima inició todo, no me acuerdo bien, pero creo la denuncia fue en 2017 en la comisaría de El Hoyo. Lo más importante para mí fue que ella se haya decidido a contarlo, lo esperé en todo momento y cuando se decidió siempre estuve dispuesta a hablar de lo que me había hecho a mí, pero no importaba si mi caso era tenido en cuenta, igual iba a acompañarla”, resaltó.
“Estamos muy satisfechas por la Justicia, esperábamos más porque creemos que estas personas tienen que estar toda su vida preso y de hecho nuestro defensor había pedido 22 años”, sentenció Any en el final.
