“Se tomó la medida principalmente para no retrasarnos en el trabajo y para que las personas pudieran avanzar en otros trámites como la AUH y las asignaciones familiares”, justificó.
“Tenemos los teléfonos de los padres de cada uno de los recién nacidos, nos pusimos en contacto y comenzamos la inscripción en los Registros Civiles”, insistió.
Normalmente el plazo para la inscripción de un recién nacido comienza 24 horas después del nacimiento y se prolonga 10 días como máximo.
Si transcurría ese plazo había que explicar las causas del retraso y si se superaba los 30 días del plazo natural, debía tramitarse un expediente de inscripción de nacimiento fuera del plazo.