La situación era de una tensa calma y así estuvo hasta ese viernes a la madrugada cuando recién los últimos que quedaban llevando adelante la protesta en la sala de visitas, una mujer y su hijo, decidieron abandonar el penal.
Durante la tarde y gran parte de la noche proliferaron las versiones de que adentro, en la cárcel, había habido una “represión indiscriminada” a internos de distintos pabellones.
“Gendarmería y la policía Federal están reprimiendo a los internos”, denunció a la tarde por Radio 3 AM 780 la mujer de un preso que se encontraba afuera, en el acceso al establecimiento y después agregó: “Hay visitas adentro, en el salón, familiares de internos y los están reprimiendo también a ellos”.
–¿Serían las personas que están llevando adelante esta supuesta toma de la sala de visitas? Se le consultó. “Sí. Serian tres o cuatro mujeres que están adentro haciendo la huelga, y están reprimiendo a toda la Unidad 6”, insistió. “O sea, la policía está en todos los pabellones; se escuchan gritos de los internos y nosotros nos vinimos para Fiscalía (en el Juzgado Federal que está a un costado del predio de la cárcel), pero está cerrado; no nos pueden aceptar ni un Habeas Corpus porque no hay nadie”, se quejó.
Un nutrido grupo de familiares tenía pensado ya desde hace varios días llevar adelante esta protesta y al parecer decidieron concretarla este jueves –-a partir de las cuatro de la tarde– cuando algunos accedieron a la visita.
La protesta, según afirman, es por las injusticias que se cometen en el penal, los crímenes y hechos de sangre que ha habido y que nunca fueron clarificados. Y el maltrato hacia ellos cuando van a visitar al familiar que tienen detenido.
Este inusual y sorpresivo reclamo obligó a las fuerzas federales a incrementar la seguridad en el penal y en sus alrededores. Los mismos manifestantes hacían alusión que vieron a personal de Gendarmería y de la Policía Federal pertrechado con armas largas y hasta con perros apostado en el acceso principal y recorriendo el perímetro con el apoyo también de efectivos de la policía provincial.
En un recurso de Hábeas Corpus colectivo los familiares de algunos presos alojados en la U6, que pensaban entregar en mano a alguna autoridad del Juzgado Federal de Rawson denuncian un “agravamiento ilegal de las condiciones de detención” en el penal capitalino, “falta de atención sanitaria, humana y material ante personas con enfermedades crónicas y transitorias; cardíacos, hipertensos, diabéticos que serían insulino-dependientes”. Y en consecuencia piden al juez que “intervenga la Unidad 6”, además de que se inicie una investigación contra las autoridades y guardiacarceles por delitos de acción pública, según se pudo observar en el escrito.