Autoridades militares dijeron que todavía había algunos combates en curso más de 24 horas después del ataque sorpresa desde Gaza, en el que combatientes de Hamas, respaldados por una andanada de miles de cohetes, rompieron la barrera de seguridad de Israel y arrasaron comunidades cercanas.
Los islamistas tomaron rehenes y se los llevaron consigo al enclave costero, entre ellos mujeres, niños y ancianos, secuestrados que en el pasado han canjeado por cientos, a veces miles, de prisioneros palestinos retenidos en Israel. El Ejército israelí dijo que una cantidad «sustancial» de israelíes fueron secuestrados, pero no precisó cuántos.
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El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que el país estaba en guerra y que Hamas pagará un alto precio a sus enemigos.
Hamas dijo que lanzó la operación cansado del bloqueo que Israel impone a Gaza desde 2007 y para vengar incursiones militares israelíes en Cisjordania, la ocupación y colonización de esos territorios que los palestinos reclaman para fundar su Estado y la profanación de sitios sagrados islámicos de la Ciudad Vieja de Jerusalén este.
Líderes de Hamas dijeron estar preparados para una mayor escalada.
Medios israelíes, citando a funcionarios de los servicios de rescate, dijeron que al menos 300 personas murieron en Israel, incluidos 26 soldados.
En Gaza, el Ministerio de Salud dijo que 313 personas murieron en bombardeos israelíes.
Un comandante militar israelí dijo que cientos de milicianos habían muerto y decenas habían sido capturados.
Telam