El ministro de Exteriores de Italia, Luigi di Maio, se hizo presente hoy en el Parlamento para informar sobre el asesinato de su embajador Luca Attanasio y del guardaespalda Vittorio Iacovacci en la República Democrática del Congo (RDC) y sostuvo que el Gobierno ha pedido a la ONU una investigación sobre el ataque, según indicó la agencia Efe.
Di Maio, que aseguró que «no se escatimarán esfuerzos para conocer la verdad», dijo que «fue desgarrador» recibir anoche en el aeropuerto, junto al presidente del Gobierno italiano, Mario Draghi, y los familiares, los cuerpos de los dos italianos «víctimas de una cobarde emboscada que acabó con sus jóvenes vidas y trastornó las de sus seres queridos».

Como la misión en la que falleció el embajador estaba organizada por el Programa Mundial de Alimentos (PAM), Di Maio señaló que se ha pedido al organismo de Naciones Unidas un informe detallado sobre el ataque al convoy y de cómo se organizó la seguridad.
Asimismo, garantizó que se están realizando investigaciones sobre la dinámica del evento por parte del Fiscal de Roma y que un equipo de los Carabineros ya ha viajado a Goma para una primera misión de investigación a la que seguirán otras, indicó Efe.
El embajador Attanasio, su guardaespalda italiano Iacovacci, y su chofer congoleño; Mustapha Milango, fallecieron el lunes tras un ataque armado contra un «convoy» del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU en una zona del este de la República Democrática del Congo.

El papa Francisco envió hoy desde Roma sus condolencias al presidente italiano, Sergio Matarelli, expresando su «dolor», rezo y «bendición» por las víctimas y sus familiares.
El Sumo Pontífice lamentó lo que llamó «trágico atentado» y ponderó las «cualidades humanas y cristianas» del embajador, a la vez que calificó a los dos italianos muertos de «servidores de la paz y el derecho».