La cifra muertos se elevó a cuatro este martes en Atami, una ciudad costera del centro de Japón, 48 horas después del desprendimiento de tierras que también dejó decenas de desaparecidos.
La Alcaldía de Atami, la más afectada por las inundaciones, localizó en las últimas horas a 41 personas de 64 personas registradas como residentes en el área afectada, según la agencia Kiodo, citada por DPA.
El gobernador de la prefectura de Shizuoka – a la que pertenece Atami – Heita Kawakatsu, anunció el domingo la apertura de una investigación sobre las causas del deslave, que ha arrastrado unos 130 edificios en la región y que podría tener su origen en una acumulación de tierra relacionada con una obra.
El primer ministro japonés, Yoshihide Suga, confirmó la incertidumbre sobre el número de muertos por el deslave, centrándose en la búsqueda de supervivientes.
«El Gobierno nacional, junto con las autoridades municipales, comprobará cuántas personas están desaparecidas», dijo Suga y aseguró que los equipos de rescate están «haciendo todo lo posible para salvar al mayor número de personas, lo más rápido posible».
El deslizamiento de tierras ocurrió en una zona residencial de Atami el sábado a media mañana, dejando alrededor de 130 de casas destruidas, coches volcados y montones de escombros en un enorme lodazal.
La búsqueda, que había sido interrumpida por la lluvia, se reanudó hoy a las 6 de la mañana con la participación de socorristas, policías y soldados.
Atami, una ciudad balnearia en la ladera de una montaña, unos 90 km al suroeste de Tokio, recibió 313 milímetros de lluvia en 48 horas el viernes y el sábado, en comparación con la media de 242 en julio de los últimos años.