Foto: AdobeStock (TN).
Un equipo de científicos logró replicar las condiciones del clima marciano, pudo desentrañar qué hay detrás de estas formaciones y confirmó lo que todos suponían.
Durante más de dos décadas, un enigmático fenómeno en la superficie de Marte, conocido como las «arañas marcianas», ha fascinado a la comunidad científica. Observadas por primera vez en 2001 a través de la misión Mars Global Surveyor, estas formaciones habían generado numerosas preguntas sobre su origen. Recientemente, un equipo de científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA ha logrado desentrañar este misterio, confirmando que no se trata de criaturas extraterrestres, sino de procesos geológicos vinculados al dióxido de carbono y el calentamiento solar.
El grupo de investigación, liderado por la geomorfóloga Lauren McKeown, recreó en un laboratorio terrestre las extremas condiciones climáticas de Marte. Utilizando una cámara especial llamada DUSTIE, enfriaron un simulador del suelo marciano y permitieron que el dióxido de carbono se condensara en forma de hielo. Al aplicar calor desde abajo, observaron cómo se formaban plumas de gas que emergían a través del hielo, generando patrones similares a los arácnidos observados en el planeta rojo.
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Este experimento no solo confirmó el modelo Kieffer, que sugiere que el hielo de dióxido de carbono se acumula en la superficie durante el invierno marciano, sino que también reveló detalles adicionales sobre la complejidad de estos fenómenos naturales. Según el modelo, con la llegada de la primavera, el calentamiento provoca que el hielo se sublime, creando presión bajo la superficie helada.
La NASA subraya que estos hallazgos no solo desmitifican las imágenes engañosas de Marte vistas desde la Tierra, sino que también brindan una valiosa perspectiva sobre la historia climática del planeta. La investigación continúa, prometiendo nuevos descubrimientos sobre el fascinante entorno marciano.
Fuente: TN.