Una familia relató su desafiante viaje a Esquel, enfrentando nieve y viento, con camiones chilenos en la ruta complicando el trayecto.
El viaje hacia Esquel en plena madrugada de este sábado se convirtió en una odisea para una familia que, enfrentando condiciones climáticas extremas, logró superar una serie de obstáculos en la carretera. La combinación de nieve, viento y frío transformó lo que debía ser un trayecto normal en una auténtica prueba de resistencia.
Según el relato del conductor, todo comenzó cuando decidió poner las cadenas al auto. «Las cadenas estaban adentro del auto y estaban calentitas», explicó. «Cuando las saqué afuera y empecé a ponerlas, se armó una masa de hielo en todas las cadenas, increíble. Nunca había visto algo así». La situación se complicó aún más porque no pudo usar guantes y tuvo que enganchar todo a mano.
La nieve, por suerte, estaba media blanda, lo que permitió que el auto se agarrara bien a la carretera. Sin embargo, los problemas no terminaron ahí. La presencia de camiones chilenos varados en la ruta aumentó la tensión del viaje. «Había cantidad de camiones tirados que tenía que andar esquivando», relató el conductor. En una subida en particular, se encontró con tres camiones bloqueando el paso. «Los pasé y los camioneros chilenos se enojaron, me tocaron bocina, me gritaron de todo».
El conductor sabía que detenerse no era una opción. «Había como 20 centímetros de nieve, así que si paraba ahí, quedaba tirado hasta hoy», comentó. La situación se veía agravada por las regulaciones distintas entre provincias: en Santa Cruz, los camiones no pueden viajar de noche, mientras que en Chubut parece que tienen el paso libre. «Si no hubieran estado los chilenos, la ruta hubiera estado más tranquila», añadió.
A pesar de todos estos desafíos, la familia logró llegar a su destino en Esquel.