Sin embargo, es importante tener en cuenta que todas las uvas tienen pulpa blanca en su interior. Aunque es posible elaborar vino rosado mezclando uva blanca y uva tinta, actualmente prevalece el uso de uva tinta para su producción.
Proceso de elaboración
El proceso de elaboración del vino rosado guarda similitudes con el del vino blanco. Las uvas llegan a la bodega y son depositadas en lagares, recipientes en forma de pirámide invertida. Allí, un tornillo sin fin transporta las uvas hacia la despalilladora, donde se separan los hollejos y fermenta únicamente el mosto.
Existen dos métodos principales para obtener vino rosado: el prensado y el sangrado. En el prensado, el jugo de las uvas se mantiene en contacto con los hollejos durante un breve período de tiempo. A medida que se prolonga este contacto, el vino adquiere un color más intenso.
Sulfitos
Durante este proceso, es importante tener en cuenta el uso adecuado de sulfitos, un anhídrido sulfuroso que actúa como antioxidante y conservante. Se recomienda aplicar este proceso antes del prensado o una vez que las uvas han pasado por la despalilladora. Es necesario tener precaución para no agregar una cantidad excesiva de sulfitos, ya que podría afectar el sabor del vino resultante.
Despalillado y maceración
Luego del lagar, las uvas pasan por el proceso de despalillado, donde se les retira el raspón. Durante este proceso, las pieles de las uvas se rompen, permitiendo que los antocianos, las sustancias colorantes presentes en las pieles, se disuelvan y aporten color al jugo de uva.
La maceración en los vinos rosados puede durar desde unas pocas horas hasta uno o dos días completos. Este proceso se realiza en recipientes refrigerados a temperaturas controladas para evitar la proliferación de levaduras u otros microorganismos no deseados.
Fermentación y finalización
La fermentación del vino rosado es similar a la del vino blanco y debe llevarse a cabo a temperatura controlada para obtener un vino fresco y resaltar los sabores frutales. Después de la fermentación, el vino se somete a procesos de clarificación, estabilización y filtración. Finalmente, se embotella y se encuentra listo para llegar al mercado.
En Argentina, se producen excelentes vinos rosados en diversas regiones, como la provincia de Salta, Luján de Cuyo y el Valle de Uco en Mendoza, y en las provincias de Neuquén, Río Negro y La Pampa en la Patagonia. Estos vinos rosados pueden elaborarse con variedades como Pinot Noir, Malbec, Cabernet Franc y Syrah, entre otras.
El vino rosado es una opción refrescante y versátil que merece ser apreciada en toda su diversidad y calidad.
Fuente: vinosypasiones.com