Este viernes la industria pesquera y el gremio de capitanes cerraron un acuerdo para revisar salarios y sostener la actividad. Ahora esperan la definición de los marineros.
El conflicto en el sector pesquero podría empezar a destrabarse tras un acuerdo entre las cámaras CAPECA y CAPIP con la Asociación Argentina de Capitanes, Pilotos y Patrones de Pesca. El entendimiento prevé una revisión del convenio colectivo para la flota congeladora.
“Fue fruto de un trabajo bilateral riguroso, basado en el análisis de costos y del escenario económico del langostino congelado a bordo”, explicó Agustín De La Fuente, presidente de CAPIP. Según indicó, el objetivo es preservar empleos y sostener la actividad.
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El nuevo esquema de liquidación salarial incorporará escalas dinámicas en base a los precios promedio de exportación informados por la Aduana. “Se busca previsibilidad y equidad”, señalaron desde el sector empresario.
Si bien el acuerdo no satisface por completo a ninguna de las partes, fue posible gracias a la mediación de la Secretaría de Trabajo. “Confiamos en que la marinería siga este camino de diálogo”, dijo Eduardo Boiero, titular de CAPECA.
Desde las cámaras destacan que el entendimiento con los capitanes marca un compromiso con la racionalidad y la defensa del trabajo argentino. Ahora, la atención está puesta en la postura que adopten los marineros.