Donald Trump sacudió la política de Estados Unidos en sus primeros 100 días con un ritmo frenético de decretos. El republicano firmó 211 órdenes ejecutivas, superando ampliamente a sus antecesores. En un discurso en Michigan, calificó esta etapa como “histórica”.
Uno de los focos centrales de su administración ha sido la política migratoria. El número de cruces ilegales desde México cayó drásticamente, y Trump planea deportar a más de un millón de personas en su primer año. Además, envió migrantes a cárceles de terceros países, como el CECOT en El Salvador.
En el plano económico, desató una ola de aranceles contra más de 200 países. China, México y Canadá fueron los primeros en recibir sanciones. Aunque los mercados reaccionaron con volatilidad, Trump mantiene altos niveles de apoyo por su manejo económico.
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En política exterior, prometió acabar con la guerra en Ucrania en 100 días, sin lograrlo. Si bien amenazó con retirarse de las negociaciones, sigue intentando mediar entre las partes. Su postura ha generado tensión en Europa y confusión entre sus aliados.
Trump también ha atacado a las universidades que, según él, promueven el antisemitismo. Harvard perdió más de 2.000 millones en subvenciones, mientras el gobierno investiga a 60 centros educativos. El presidente amenaza con quitarles la exención impositiva.
El nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental, dirigido por Elon Musk, impulsa despidos masivos. USAID perdió casi todos sus programas, y el Departamento de Educación cerró la mitad de sus oficinas. Trump afirma que está contratando nuevos cuadros políticos para reformar el Estado.
Fuente: RT.