Desde un campo de juego flotante en Singapur hasta un estadio rodeado de un volcán en Perú, estos recintos demuestran que el fútbol no tiene límites geográficos ni climáticos.
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El fútbol no solo es un deporte, sino una pasión que ha llevado a la humanidad a construir estadios en los lugares más sorprendentes del mundo. Lejos de los tradicionales colosos urbanos, existen recintos que desafían la geografía y las condiciones climáticas extremas, permitiendo que el balón ruede en escenarios inusuales.
Uno de los más llamativos es el Marina Bay Stadium en Singapur, conocido como «el estadio flotante». Ubicado sobre el mar, su campo de juego se encuentra completamente sobre el agua, mientras que su única tribuna, con capacidad para 30.000 personas, está en tierra firme. Además de recibir partidos de fútbol, este lugar ha sido sede de eventos internacionales como los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2010.
En Perú, el Estadio Monumental Virgen de Chapi, situado en Arequipa, ofrece una vista impactante del volcán Misti, uno de los 10 volcanes activos de la Cordillera de los Andes. Con capacidad para más de 60.000 espectadores, este recinto no solo es uno de los más grandes del país, sino que también es considerado uno de los estadios con el paisaje más impresionante del mundo.
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Por otro lado, en la costa de Australia, el estadio del Central Coast Mariners FC fue diseñado con una peculiaridad única: los arquitectos decidieron eliminar una tribuna entera para dejar una vista abierta hacia la bahía, permitiendo que los aficionados disfruten del fútbol con el mar de fondo.
En Brasil, Curitiba alberga el primer estadio ecológico del país. Construido sin hormigón y con gradas naturales que forman parte de una colina, este microestadio fue diseñado para minimizar el impacto ambiental y sigue siendo un referente en arquitectura sustentable.
Tailandia también cuenta con su propia joya: el estadio del Panyee FC, que nació como una improvisada cancha flotante construida por pescadores en 1986. Inspirados en el Mundial de México y en la magia de Diego Maradona, los jóvenes del pueblo idearon un campo sobre el agua con madera reciclada. Lo que comenzó como un sueño se convirtió en un hito del fútbol juvenil, con el club cosechando títulos en el sur de Tailandia.
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Argentina no se queda atrás en cuanto a estadios curiosos. En Ushuaia, el Estadio Municipal Hugo Lumbreras desafía las inclemencias del clima en la ciudad más austral del mundo. Con vientos que pueden superar los 100 km/h, los banderines deben ser asegurados con piedras para que no vuelen durante los partidos.
También en el país, el Estadio Saturnino Moure, de Victoriano Arenas, se destaca por su inusual ubicación en una península en la provincia de Buenos Aires. Para acceder al campo, los visitantes deben cruzar una estrecha franja de tierra, lo que convierte la llegada en una experiencia única.
Estos estadios, con su originalidad y su capacidad de adaptarse a cualquier terreno, son testigos de que el fútbol no conoce fronteras ni límites. Ya sea en una isla remota, a los pies de un volcán o sobre el agua, la pasión por este deporte siempre encuentra un lugar para desplegarse.
Fuente: TN
Foto: Red Boing
