Los granos cerraron al alza en el mercado de Chicago, impulsados por las malas condiciones climáticas en Sudamérica y el accionar comprador de los fondos especulativos.
El contrato de enero de la oleaginosa subió 1,16% (US$ 6,25) hasta US$ 540,87 la tonelada, a la vez que el de marzo llegó a US$ 542,80 la tonelada.
Los fundamentos del alza radicaron en la ola de calor que sufren zonas productivas del Brasil, Paraguay y la Argentina sumados al déficit hídrico en la región, que podría afectar al cultivo.
Hoy la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) estimó que la siembra alcanzó a cubrir 37,1% del área estipulada para el cultivo en la Argentina, por debajo del 61,4% registrado en la campaña anterior.
«Limitó las subas la chance de que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) elevé el viernes en su informe mensual la estimación sobre las existencias finales de soja estadounidense», indicó la corredora Granar.
La harina acompañó las mejoras del poroto, con una suba de 2,89% (US$ 14,33) hasta US$ 509,48 la tonelada, mientras que el aceite no abandona la tendencia bajista que emprendió la semana pasada y cayó 1,12% (US$ 15,87) para cerrar la jornada a US$ 1.392,20 la tonelada.
Por su parte, el trigo recortó pérdidas de las últimas sesiones y ganó 3,04% (US$ 7,90) para posicionarse en US$ 267,13 la tonelada, producto de compras técnicas por parte de los fondos especulativos que se dieron durante la jornada después de caer a mínimos de 13 meses en la semana, indicó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
No obstante, la poca competitividad del trigo estadounidense frente al cereal del Mar Negro y la posibilidad de que Australia concrete una campaña récord de trigo limitaron las subas.
Por último, el maíz ascendió 0,35% (US$ 0,89) y se ubicó en US$ 247,13 la tonelada, al acoplarse a las subas de la soja y el trigo y por las compras de oportunidades por parte de los fondos.