Se trata de los efectivos Julieta Peralta y Joaquín Suárez, que prestan funciones en la Comisaría 4ª, que este viernes por la noche intervinieron en una vivienda de la zona oeste ante un llamado de emergencia que daba cuenta de una beba que se estaba ahogando.
Los efectivos se encontraban de patrullaje y rápidamente se hicieron presentes en la vivienda, donde se encontraron con la familia en estado de shock y con la beba, de entre 2 y 3 meses, sin respirar y morada.
Así lo recordó a Radio 3 la sargento Peralta, quien se hizo cargo de practicar maniobras de RCP mientras que el cabo Suárez conducía hacía el Hospital Ísola.

“Fue un camino largo hasta que llegamos al hospital”, reconoció Peralta, mientras que Suarez subrayó que se trató de “un momento tenso en el que uno tiene que tranquilizarse y pedir la colaboración para cortar las calles”.
La sargento Peralta enfatizó que “en ese momento lo único que se nos cruzó por la mente es que la bebé llegue sana y salva. Nuestra prioridad era la otra persona, estábamos focalizados en poder llegar al hospital”.
Finalmente, indicaron que este sábado por la mañana fueron informados desde el nosocomio que “la creatura estaba estable”.