La Policía de Kenia informó que encontró 26 cuerpos enterrados en fosas comunes, dentro de unos terrenos propiedad de Paul Mackenzie Nthenge, autoproclamado líder de una secta del condado de Kilifi, en el litoral del país, ahora en la cárcel bajo sospecha de influir a sus seguidores.
Los mismos eran forzados para que ayunaran hasta la muerte, causando hasta el momento un total de 65 muertos exhumados en la zona de más de 300 hectáreas, que está clausurada y está siendo investigada como escena del crimen.
La Policía también detuvo a un hombre identificado como coautor intelectual y aliado de Mackenzie.

El detenido, identificado como el pastor Zablon wa Yesu, fue hallado leyendo una Biblia en el extenso terreno donde se realizaron las pesquisas desde el pasado viernes.
La Policía también rescató a 9 personas que ayunaban, 5 de ellas en estado crítico que fueron trasladadas a un hospital cercano.
Los combates en Sudán causaron al menos 400 muertes
Mackenzie, cabecilla de la llamada Iglesia Internacional de las Buenas Noticias, se entregó por vez primera a la Policía el mes pasado, después de que dos niños murieran por inanición delante de sus padres, miembros de la secta.
El presidente de Kenia, William Ruto, prometió hoy tomar medidas contundentes contra movimientos religiosos “turbios”, después de que la policía encontrara más cadáveres de personas sospechosas.

El 14 de abril, las autoridades encontraron los restos de cuatro adeptos de la Iglesia Internacional de la Buena Nueva (Good News International Church), dirigida por Makenzie Nthenge, quien habría instado a sus seguidores a ayunar para “conocer a Jesús”.
Ese día, otras 11 personas habían sido rescatadas y hospitalizadas, pero los macabros hallazgos siguieron y desde el viernes se exhumaron 65 cuerpos en el bosque de Shakahola, cerca de la ciudad costera de Malini.
Ruto aseguró haber pedido a los “organismos responsables que se ocupen del asunto y lleguen a la raíz y al fondo de las actividades de las religiones y de las personas que quieren usar la religión para promover una ideología turbia e inaceptable”.

Las autoridades abrieron una investigación y el jefe de la policía, Japhet Koome, tiene previsto acudir hoy al bosque y el ministro del Interior, que calificó el hallazgo de “masacre”, llegará mañana.
Varios adeptos de esa iglesia se esconden aún en el lugar. El bosque, de más de 300 hectáreas, está acordonado y ha sido declarado “escena de crimen”, afirmó el ministro del Interior Kithure Kindiki en Twitter el domingo.
The unfolding Shakahola Forest Massacre is the clearest abuse of the constitutionally enshrined human right to freedom of worship. Prima facie, large- scale crimes under Kenyan law as well as international law have been committed. While the State remains respectful of religious…
— Kithure Kindiki (@KindikiKithure) April 23, 2023
“Es un gran golpe y una gran conmoción para nuestro país”, declaró Sebastian Muteti, encargado de la protección de la infancia en el condado de Kilifi. Para el funcionario, se trata de “matanzas masivas”.
Los macabros hallazgos suscitan interrogaciones sobre la actitud de las autoridades, que conocían las actividades del pastor desde 2017.

Nthenge ya había sido detenido porque convencía a muchos niños a no ir a la escuela bajo el argumento de que supuestamente, la educación no estaba reconocida en la Biblia. En esa época, fue acusado de “radicalización” y de dirigir una escuela no registrada.
El pastor volvió a ser detenido el mes pasado después de que los dos niños murieran de hambre, pero pagó una fianza de 100.000 chelines kenianos (unos 740 dólares) y fue liberado.
Nthenge se entregó a la policía y lleva detenido desde el 15 de abril. Comparecerá ante un juez el 2 de mayo.

Fuente: Télam / Europa Press